I M A G I N A S. #1 [EDITANDO]

Teen Wolf Imagina. (Stiles) #10

—¿Qué es lo que estoy viendo? —Pregunto. — ¿Stiles sonriendo? Pensé que te habías enfadado. 

—Que esté sonriendo no significa que no esté enfadado. —Me contesta intentando dejar de sonreír, pero fallando en el proceso. 

—Como quieras. —Le digo mirando de nuevo al frente. 

Pronto llegamos al instituto. 

—Que ganas de ir a clase, ¿eh? —Digo sarcásticamente mientras bajo del jeep.

—Hola (A/N), Stiles. —Saluda Scott. 

Desde pequeños Scott, Stiles y yo hemos sido mejores amigos.

—Scott. —Saludo revolviendole el pelo. — ¿Por qué te lo has cortado? Estabas más guapo con el pelo largo. —Me quejo. 

—Hola. —Saluda Lydia. 

—Hola, Lydia. —Dice Stiles sonriendo como un tonto. 

Cuadno voy a preguntar si vamos para clase, me fijo en que Scott está demasiado ocupado hablando con Allison como para acordarse de mi existencia y Stiles... Stiles ha dejado de prestarme atención en cuanto Lydia ha hecho su acto de presencia.

—Me voy yendo yo sola, no hay problema. —Susurro empezando a caminar. 

El día se me pasa volando y pronto estoy enfrente del jeep esperando a que Stiles se digne a aparecer. 

Habrían pasado 15 minutos cuando decido dejarle una nota en el parabrisas e irme a casa andando. 

Casi una hora después, finalmente llego a mi casa. Abro la puerta y voy al salón a dejar mi mochila. 

—Pensé que te traía Stiles. —Dice mi madre mirándome. 

—Vas a tener que echar a lavar esos pantalones, ¿no crees? —Oigo burlarse a mi hermano. 

—Liam, cállate o te mato. —Le contesto mirándome los pantalones, que están llenos de barro. 

—Cariño... ¿Cómo te has manchado los pantalones? —Pregunta mi madre. 

—Un coche pasó por un charco y todo el agua me calló a mi. —La contesto. — ¡Venga Liam, es tu turno para reírte!

—Me lo pones demasiado fácil, hermanita. 

—Una cosa más antes de irme a mi habitación, al final del día, soy yo la que es más alta de los dos. —Le digo, sabiendo que odia que le recuerde que es más bajito que yo. 

—¡Aún me quedan unos años para crecer, espera y verás! 

Las semanas pasan y no he podido perdonarle a Stiles que no me avisara de que iba a quedarse un rato con Lydia. 

—¿Seguro que no te quieres venir? —Me pregunta Allison. 

—No, tengo planes. —La contesto sonriendo. 

—Jugar a la Wii con tu hermano no es un plan, es algo que haces todos los días. —Bromea Stiles. 

—Para mi, todo son planes mientras que no tenga que ver tu cara. —Digo dedicandole una sonrisa. — Me voy, pasároslo bien en la bolera. 

Llego a casa y lo primero que hago es ir a mi habitación para tirarme en mi cama dramáticamente. 

Me tumbo boca arriba y me quedo mirando el techo. 

Puede y solo puede que esté un poco celosa de Lydia. Antes no tomaba en cuenta a Stiles y así de repente es como si fueran amigos de toda la vida. 

Lo peor de todo esto es que a Stiles siempre le ha gustado Lydia y nunca ha sido capaz de ver que me gusta más allá de ser un amigo. 

Creo que Scott se dio cuenta hace ya un tiempo.

—Podemos jugar al just dance... Si eso te quita esa cara de asco. —Dice mi hermano pasando a mi habitación. 

—Se me quitará cuando te gane. —Le contesto intentando sonreír. 

—Sabes... No merece la pena que estés así solo por un chico. —Me dice. — Dile que te gusta y ya. —Termina de hablar poniendo el juego. 

—Como si fuera tan fácil. —Le contesto. 

—Lo es. —Me contesta pasándome un mando. 

—¿Le has dicho a Hayden que te gusta? —Pregunto levantando una ceja. —  No, ¿verdad? Entonces no creo que sea tan fácil. —Le digo chinchándole. 

—Eres mala. —Me dice entrecerrando los ojos, para después sonreír. 

Dos días después, decido hacer caso a mi hermano. Cuando veo a Stiles, lo primero que hago es mandarle callar, porque sé que si empieza a hablar no voy a ser capaz de decirle nada. 

—Stiles... Puede que me gustes un poco. —Digo sin mirarle. 

—(A/N). —Susurra. — Esto es... —Empieza hablando. — Incómodo. —Dice nervioso. — Yo no siento lo mismo. 

—Lo sé, soy tu mejor amiga, ya sabía que no sentías lo mismo, solo necesitaba decírtelo o iba a morir en el intento de vivir una vida plena. —Le explico. 

Espero a que me diga algo pero no lo hace. 

—¿Seguimos siendo amigos? —Pregunto en un susurro. 

—Mejores amigos. —Dice mirándome.