I M A G I N A S. #1 [EDITANDO]

Sobrenatural Imagina. #1

Camino por el pasillo que lleva a mi habitación. Es estrecho, y en uno de los lados están las muchas habitaciones que tiene el motel, mientras que en el otro lado hay arbustos. 

No puedo evitar repetirme una y otra vez que estoy soñando. Esto no puede ser real. 

Si dos días antes me hubieran dicho que estaría en un motel, con poco dinero y mi mejor amiga enfadada conmigo... No me lo hubiera creído. 

Un ruido detrás de mi hace que me gire bruscamente, inspecciono nerviosa lo que hay detrás de mi. El pasillo está vacío, pero me fijo en que la máquina de hielo ha soltado un par de hielos. 

Algo más tranquila y con un poco más de prisa, vuelvo a caminar hacia mi habitación. Sin yo esperarlo, un hombre alto con pelo largo me adelanta, rozando su brazo con el mío. Me echo hacia un lado a pesar de que él ya ha pasado. El chico parece no haberse dado cuenta de mi presencia ya que ni se disculpa. 

Observo como llama a una puerta, la cual tarda poco en abrirse. Cuando lo hace, el chico recibe un puñetazo en la cara, que le tira al suelo. 

Me llevo una mano a la boca y me acerco despacio a él. Antes de que llegue, otro chico sale de la habitación. 

—Nueva norma. —Dice serio. — ¡Coges a baby sin mi permiso y te llevas un puñetazo! —Grita señalándole.

El chico que acaba de gritar pasa de nuevo a la habitación dejando al del pelo largo tirado en el suelo, aunque él tarda poco en levantarse y seguir los pasos del otro chico. 

Cuando oigo como se cierra la puerta, decido ir corriendo a mi habitación. Creo que ya he visto demasiada acción por hoy. 

Abro la puerta y la cierro rápidamente, después empiezo a buscar el interruptor de la luz.  Cuando las luces se encienden, busco con la mirada mi maleta, al no encontrarla, me dirijo al baño. 

De camino, me froto los brazos con las manos, no recuerdo haber puesto el aire acondicionado. Ni siquiera sabía que había aire acondicionado en este cuchitril. 

Al llegar al baño, veo mi maleta tirada en el suelo. Cierro los ojos decepcionada con mi propio desorden. Tras recoger las cosas del suelo, decido ducharme. 

Veinte minutos después, estoy delante del espejo secándome el pelo con una toalla. Levanto la mirada, y en el reflejo del espejo no solo me veo a mi, sino que también veo a una chica a la que nunca había visto. 

Asustada, me giro, encontrándome con que no hay nadie. Doy un paso hacia delante y miro fuera del baño, donde tampoco veo a nadie. 

Suspiro algo más relajada y me giro de nuevo para colocarme en mi posición inicial. Cuando lo hago, tengo a esa misma chica delante de mi. 

Grito y antes de salir corriendo le lanzo la toalla que tengo en las manos. Corro hacia la puerta e intento abrirla, pero ésta no cede. 

—¡Ayuda! —Grito en un intento de que alguien me oiga. 

Miro hacia atrás, y veo que la chica se ha parado en la puerta del baño. Respiro hondo e intento abrir una vez más la puerta. 

Noto una mano sobre mi hombro, y lo único que se me ocurre en ese mismo instante es apartarme de la puerta y de la chica, pero para mi mala suerte, me tropiezo y caigo al suelo. Me quedo tirada en el suelo con los ojos cerrados, esperando un milagro. 

A la fuerza, la chica tira de mi brazo hasta que lo tiene agarrado de tal manera que puede escribir sobre él. Noto unos pinchazos en el brazo, y grito con cada punzada, pero me niego a abrir los ojos.