Kian Lawley Imagina. #4 """

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—Te quiero, Kian. —Susurro mirándole a los ojos. 

Él me sonríe y me acaricia la mejilla. 

—Yo te quiero más. —Susurra.

—¿Te estás dando cuenta de lo cursis que sonamos? —Bromeo riéndome. 

—Acabas de arruinar el momento. —Dice riéndose. 

Tras unos segundos, nos quedamos en silencio. No es un silencio incómodo, sino todo lo contrario. Giro un poco mi cabeza para ver como Kian observa la tele. Sonrío y empiezo a hacerle cosquillas. 

Kian empieza a retorcerse en el sofá mientras intenta alejarse de mis manos. 

—Para de hacerme cosquillas. —Se queja riéndose. 

—¡(A/N)! —Gritan. — (A/N), despierta.

Abro los ojos de golpe, confundida. Miro a mi alrededor y delante de mi veo a mi hermano. 

¿Max? —Pregunto frotándome los ojos. 

Estabas riéndote y me he asustado. —Explica. — ¿Quién se ríe cuando duerme?

Durante unos instantes recuerdo lo que estaba soñando y sin poder evitarlo, sonrío. 

Yo, ¿no lo has visto? —Le contesto finalmente. 

Eres rara de cojones. —Se queja. 

Max, ¿cuántas veces os he dicho que no digáis palabrotas en casa? —Le regaña nuestra madre, que aparece por la puerta. 

¡No es mi culpa que aparezcas siempre que voy a blasfemar! —Se defiende Max. 

¿Blasfemar? Pregunto.  ¿Desde cuándo tienes un vocabulario tan extenso? 

Max ignora mi comentario, y cuando mi madre se ha ido de mi habitación, Mac me saca el dedo del medio y tras hacer una reverencia, sale de mi habitación. 

La mañana se me pasa volando, y cuando me quiero dar cuenta Max se está yendo de casa para dar una vuelta. A las cinco y media, mi madre se despide de mi y se va, dejándome sola en casa. 

Durante la primera hora, juego a la play, pero me aburro rápidamente. 

—¡Vivir así, es morir de...! —Me callo pensativa. — ¿Cómo narices sigue la canción? —Pregunto a la nada. 

Tengo sueño. Hace calor, y lo más importante de todo, me aburro. 

Dormir no es una opción, y jugar a la play otra vez, tampoco. Solo me queda una opción bastante entretenida ahora mismo. 

Me recojo el pelo en un moño y me limpio la cara, después me echo crema y cojo el primer pinta-uñas que veo. Lo preparo todo sobre la mesa de mi escritorio y antes de ponerme manos a la obra, pongo música. 

I FEEL GOOD,

I KNEW I WOULD NOW...

Las primeras estrofas de I feel good de James Brown empiezan a sonar por mi habitación y con la motivación que me trae, empiezo a pintarme las uñas de la mano izquierda. Tras terminar de pintarme las uñas de esa mano, me doy cuenta de que tengo más ganas de bailar y cantar que de pintarme las uñas. 

Me levanto de la silla y con la mano derecha cojo un peine para usarlo de micrófono. 

—¡I feel nice! —Grito a todo pulmón. — Like sugar and spice, so good... —Susuro. — ¡I got it you! —Grito una vez más bailando, o al menos intentándolo. 

Bajo por las escaleras, el móvil en el pantalón de atrás, haciendo que por donde vaya solo oiga la música y mis cantares. Sigo bailando mientras tarareo la canción, entro en la cocina y cojo algo de beber. 

El peine ya no es mi micrófono, lo es la botella de agua. 

Salgo de la cocina para encontrarme de frente con mi hermano y Kian. Algo avergonzada, saco como puedo mi móvil del bolsillo y paro la música. 

—¿Qué pasa? —Pregunto mirándoles. 

Ninguno de los dos me contesta, lo que hace que ponga los ojos en blanco. La vergüenza se me pasa rápido, ya que gracias a lo que he soñado hoy, me he acordado de todos los momentos que Kian y yo pasamos siendo novios. 

—Creo que es mejor que me vaya a mi habitación, ¿no? —Digo no esperando una respuesta. 

Pero esta vez, una mezcla de sí  y no se oye. Miro a Kian, el cual a dicho que no. Me aclaro la garganta y les esquivo para subir por las escaleras rápidamente. 

—Alguna vez vamos a tener que hablar y lo sabes. —Grita Kian.

—No la agobies. —Me defiende mi hermano. 

Entro a mi habitación y cierro la puerta. Me apoyo en la puerta y cierro los ojos con fuerza. 

No, no y no. 

Esto no puede pasar. 

No me gusta. 

Ya no me gusta.

Doy un codazo a la puerta y grito enfadada, sin importarme que me oigan. 

Primero los recuerdos con Kian, y ahora él queriendo hablar conmigo. Nuestra relación se terminó porque ya no había magia entre nosotros, o al menos eso me gusta pensar a mi. 

I M A G I N A S. #1 [EDITANDO]Where stories live. Discover now