..."Keith, ¿Tu crees en el destino?" "No hay un día en que no piense en ello (T/N)"....
Keith Kogane y (T/N) Shirogane van descubriendo con el paso de los meses que no son diferentes y que van formando un vínculo cada vez más fuerte.
Personajes de l...
En este universo, prácticamente Keith será mitad gato, y, como a todo gato, le llega la época de celo, no sé qué escriba, honestamente
Dett, 11:52 pm hora México
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Leías un libro en la comodidad del sofá, hasta que notaste a Keith inquieto en el respaldo, observandote, cerraste el libro con lentitud y lo volteaste a ver, — ¿Si, Keith? — viste como sus orejas gatuna se movían y su cola se movía de un lado a otro con rapidez, indicando que estaba emocionado, — (T/N), lo prometiste — 'parece un niño pequeño' pensaste, sonreíste y te sentaste en el sillón, haciendo una seña para que el híbrido se sentara a tu lado.
Keith se colocó a tu lado, su cola se movía aún más rápido que antes, después, se enroscó en tu brazo, reíste ante aquel acto, sabías que lo hacía desde pequeño, y no te molestaba en absoluto, acariciaste sus orejas y empezó a ronronear, recargándose en tu regazo para mayor comodidad. Estiraste un brazo para agarrar el control y prendiste la tele, entrando a Netflix, — Veamos, Encantada, ¿verdad? — dijiste mientras buscabas la película Keith asintió, acomodándose en tu regazo.
Pusiste la película y la empezaron a ver, todo normal, hasta que, Keith empezó a sentir una gran necesidad ahí abajo, se estremeció y se apartó bruscamente de tu regazo, enroscado su cola en su pierna y con las orejas gachas, miró a otro lado, tu solo lo observaste, realmente confundida. Intentaste acariciar sus orejas para tranquilizarlo, pero él se apartó, aún más intranquilo, — Keith, ¿estás bien? — preguntaste.
El mencionado jadeó, dudoso en decirte el porqué de su reacción, — (T/N) — dijo con timidez, tu hiciste un sonido con tu garganta, dando a entender que lo escuchabas, — ¿Conoces... Acerca de la época de celo, no? —.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lo dejaste ir a su habitación, para que fuera a arreglar un 'problemita' ahí abajo, sin embargo la curiosidad te inundó, Keith había dejado la puerta abierta, no sabías si fue intencional o no, te asómate con cautela, pero no había nadie. Sentiste un escalofrío al sentir una respiración cerca de tu oreja, volteaste y te encontraste con un Keith jadeante, retrocediste y terminaste tirada en su cama.
En cuanto a Keith, él sabía que estaba mal, pero, la necesidad y el hecho de verte sobre su cama no ayudaban, en un parpadeo, ya estaba encima tuyo, con su cola enroscada en tu brazo y su boca lamiendo tu cuello. — K-Keith — jadeaste, sabias que algo así podía pasar desde que te explicó su situación. El azabache dejó pequeñas mordidas en ti clavícula, de tu boca salían pequeños jadeos al sentir una de sus manos pasar por debajo de tu blusa, buscaste los ojos de Keith, los cuales brillaban de la excitación, lo miraste esta vez más a detalle.
Ya eran pareja desde hace dos meses, además de que él había estado viviendo contigo desde que tenían 14, tú eras mayor que el por un año, pero, no se notaba. Sin darte cuenta, tu blusa ya no estaba, y tu sostén tampoco, — K-Keith — gemiste al sentir su boca succionar uno de tus 'botones rosas', eso solo le brindó más deseo al híbrido.
Keith tomó tu cintura, dando simuladas embestidas a través de la ropa, sabías que estaba mal, pero, maldición, se sentía tan bien, — K-Keith no — cerraste los ojos, fue entonces cuando el híbrido se dió cuenta de lo que estaba haciendo, se alejó rápidamente, temblando, — Y-Yo — dijo, después se sentó en el rincón, abrazando sus piernas, tu lo miraste, sentandote en la cama, — Hey, esta bien, es, natural — dijiste en un intento de calmarlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya lo habían hecho, más de una vez en el día, para calmar esa necesidad del azabache, ahora mismo te encontrabas accurucandote en sus brazos, jadeando todavía, sentiste como su cola se enrroscaba en tu pierna, — (T/N) — dijo en un susurro, alzaste levemente la vista con curiosidad, — ¿Qué ocurre? — preguntaste, Keith besó tu frente, — Gracias, por... Ayudarme, pero... —.
— ¿Pero? —.
— Esto durará una semana —.
No encontré el Separador, ah, si, he vuelto, trataré de continuar con todas mis historias lo más pronto posible, aunque tenga un chingo de tareas y proyectos, los amo, bai.
