𝓁𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝒽𝒶𝒸𝑒𝓂𝑜𝓈

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Jimin

(luego corrijo mi desmadre de errores de ortografía o cosa por el estilo, disfruten el cap UwU)

Finalmente sábado. Normalmente no me quejo de la carga de trabajo de la semana, pero hoy es la excepción. Con el cercano asenso de Jungkook a CEO hay más trabajo y cosas que arreglar. Por ello, la semana laboral fue caótica y ahora al despertar en la casa de mi futuro esposo, en la mullida cama sin tener que ir a la oficina, me parece la mayor bendición del mundo.

Miro la hora en mi teléfono.  Apenas son las 10 de la mañana, ¿me veré muy holgazán si me quedo dormido otro rato? En vez de eso me pongo a revisar mis redes sociales. Tengo muchos mensajes de Tae con fotos de perritos haciendo cosas graciosas y memes sin gracia de Hoseok.

Decido mandarle un mensaje a mis padres en el grupo de la familia, quiero comenzar a darles a entender que... me voy a casar con Jungkook y no les tome por sorpresa una invitación en su puerta dentro de unos meses.

Me siento en la cama y dejo el celular de lado. Creo que debería hacer algo por Jungkook, aunque sea un gesto pequeño. Ha sido demasiado bueno conmigo en todo, esta semana a tenido detalles muy lindos y no he sabido responder.

Salto de la cama y me pongo las pantuflas azules que Tae me regaló antes de irse del departamento y me arreglo un poco el cabello frente a uno de los espejos.

Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina, para mi desgracia mi sorpresa ya se ha arruinado ya que el desayuno está servido en el comedor. ¿Jungkook seguirá en su habitación? ¿Haré mal en despertarlo para llevarle el desayuno?

No lo sé, pero bien dicen que el que no se arriesga no gana. Así que busco una charola y pongo el plato con fruta, el omelette y el café encima. Camino lentamente hasta la puerta del futuro CEO, dejo la charola sobre una de las mesitas del pasillo y toco tres veces para saber si es que Jungkook está despierto. Me recorre un gran alivio cuando escucho su ronca voz decir "pase", tal y como lo hace cuando estamos en la oficina. Obedezco, así que abro la puerta, tomo la charola y entro a la habitación de Jeon.

Las paredes son blancas, sólo decoradas con pinturas de quien reconozco es Paul Cézanne. Tiene una mesita de noche a cada lado de la cama de caoba, si no me equivoco son como las que están en la habitación que me asignó. De hecho, no son muy diferentes. Excepto que la suya es más amplia.

Veo a Jungkook sentado en su cama, porta una playera sencilla blanca y unos pantalones a cuadros de color azules. Se ve increíble aún a esta hora y sin darse una ducha. Tiene la laptop sobre las piernas y se ve concentrado en lo que sea que está haciendo.

—Buenos días.— digo sintiéndome mal de poder estar interrumpiendo algo importante.

Jungkook alza la mirada y sus penetrantes luceros me observan con atención. Siento una corriente eléctrica recorriendo mi espina dorsal, ¿en qué momento este hombre comenzó a causar este efecto en mí?

—¡Oh, Jiminie!— deja su laptop de lado y salta de su cama para acercarse a ayudarme— Que sorpresa. ¿Cómo estás?

—Yo muy bien, gracias. Sólo quería traerte el desayuno a la cama para que descansaras un rato más.— contesto sintiendo el color carmín inundar mis mejillas, ¿fue buena idea?

—Que considerado, muchas gracias.—Jungkook muestra sus preciosas perlas moldeadas como lo estarían las de un conejito y me hace sonreír a mi también, él mira la charola un poco confundido— ¿y tú? ¿Tu charola está afuera?

Veo la intención de Jeon de salir y lo detengo.

—No, no. Yo voy a desayunar en la cocina para que comas más tranquilo.— me acerco a una de las mesitas de noche y dejo la charola— Disfruta tu desayuno.

Sólo un hijo || KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora