𝓁𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓂𝑒 𝒶𝓋𝑒𝓇𝑔ü𝑒𝓃𝓏𝒶

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Jimin

La semana se ha terminado y Jungkook aún no tiene respuestas para mí. Sus padres no han llegado de su viaje a Japón, y ellos son los únicos que pueden reunir al Consejo. Así que debemos esperar a que regresen para saber que va a pasar o cómo es que va a funcionar este "matrimonio".

Es viernes y estoy esperando a que Jungkook salga de su oficina para podernos ir a casa. Su carga de trabajo aumenta cuando sus padres se van de la ciudad. Le he ofreciendo mi ayuda pero me aseguró que estaba bien y que no tardaría, eso fue hace una hora y media.

Doy vueltas en mi silla giratoria, estoy algo fastidiado pero siento que sería grosero decir algo. Mi teléfono celular suena, avisándome que tengo una llamada. Lo tomo de la mesa y contesto sabiendo que es Taehyung.

—Hola TaeTae.— saludo sin dejar de girar en mi silla.

Hola Jiminie, ¿cómo va todo?— si no conociera a Kim Taehyung como la palma de mi mano, diría que está bien, normal. Pero noto rara su voz y sé que algo lo tiene mal.

—Todo bien, es decir, con trabajo y eso pero no me quejo.— dejo el teléfono sobre el escritorio y le pongo altavoz, sé que es mejor parar las vueltas antes de que me den ganas de vomitar— ¿y tú? ¿Cómo está Hobi?

Él está bien, es sólo que... nos peleamos.— mi mejor amigo suspira y sé que probablemente es porque se está aguantando las ganas de llorar— Dijo que no está listo para casarse, ¿lo puedes creer? Llevamos toda una vida juntos, somos adultos y nos amamos. ¿Es tan difícil creer que iba a querer un compromiso más fuerte conmigo?

No me sorprende tanto como debería. Conozco desde hace mucho tiempo a ambos, primero por separado y luego como pareja. Sé que Hoseok le tiene miedo al compromiso, le costó casi tres años pedirle a Tae que fuera su novio. No me imagino cuanto le ha de costar el tema del matrimonio.

—No te alteres. Ya conoces a Hoseok, esos temas son complicados para él.— no sé muy bien qué decirle ya que no sé si él sea capaz de cambiar de opinión— Pueden hablarlo cuando estén más tranquilos, dale tiempo para pensarlo. Seguro lo agarraste desprevenido.

Jimin, tengo 27 años. Ya no tengo tanto tiempo como antes.

—Eres un exagerado, no es como que tengas 72, ¿ok?— extraño tener estas conversaciones cara a cara, desde que Tae se mudó no nos vemos mucho— Sé que se aman con locura. No conozco pareja más perfecta y desastrosa que ustedes dos. Además, recuerda que Hobi no quería tener novio antes y míralo ahora, completamente enamorado y viviendo contigo.

Oigo a mi mejor amigo reír, sabe que tengo razón.

Gracias Jiminie, tienes razón.— lo oigo suspirar más tranquilo y me siento mejor, no me gusta que Tae sufra— Ahora, cuéntame cómo va todo con el delicioso, caliente y candente bombón que es tu jefe.

—¡Taehyung!— le reprendo mirando la puerta, todavía no hay señales de él— No le digas así.

Perdona, se me estaba olvidando que ya es tu novio y no puedo seguir despotricando de él de esa manera.— la risa que suelta Tae me resulta contagiosa, si tan solo supiera lo que está pasando en realidad— Igual cuéntamelo todo.

¿Qué puedo decirle? Jungkook duerme en su habitación, yo en la mía. Desayunamos y cenamos juntos ya que a la hora de la comida tenemos distintos horarios, hablamos de trabajo y de cosas triviales. A veces me da avances de cuándo es que sus padres piensan regresar pero eso es todo. No hay pasión, no hay juegos, no hay nada más que nuestra tediosa relación jefe-empleado de siempre.

—Todo va genial.—le aseguro intentando sonar convincente, aunque no estaría mintiendo— Él es muy atento y respetuoso.— no es mentira, Jungkook siempre ha sido así, además de algo serio y callado— Creo que esto se está poniendo serio.

Tenía que darle ciertas señales a Tae para que no estuviera totalmente desprevenido en cuanto le dijera que me voy a casar con el futuro CEO de la empresa en la que trabajo, y todo a cambio de que me deje vivir bajo su techo.

—Eso es genial, con lo enamorado que has estado de él desde que trabajas ahí me parece que ya era hora de que te notara.— mis mejillas se ponen calientes con el comentario de Tae, me hace sonar muy desesperado.

—¡No estaba enamorado!— le gruño jugando con mi silla— Sólo es que... es un hombre demasiado atractivo y, si por algo me distingo, es por saber apreciar la belleza.

Bueno, como sea, el punto es que se te cumplió el milagrito.

Estoy por contestar en cuanto escucho que alguien detrás de mi se aclara la garganta. Siento que se me va la sangre del cuerpo y giro lentamente para encontrarme a Jungkook con una media sonrisa algo rara.

—¿Estás listo para irnos?— pregunta con su celestial voz ronca.

¿Es la voz de tu semental?— me interrumpe la voz de Taehyung al otro lado de la línea, me dan ganas de estrangularlo y siento como el color que había perdido hacer unos segundos regresa a mí, sobre todo a mis mejillas.

Quito el altavoz más rápido de lo que lo habría hecho Quicksilver y asiento en dirección a Jungkook, tomo mis cosas y camino a su lado.

—Te voy a matar, Kim.— digo y luego cuelgo, Dios mío, que pena.

El regreso a casa es silencioso, bueno, exceptuando cuando le pregunto si es que terminó de trabajar y él me dice que sí. Su sonrisita reprimida no se borra y apuesto que se debe a que me escuchó. Eso y que mi mejor amigo le dijo semental.

Al llegar al dúplex, salgo disparado con dirección a mi habitación pero escucho que me llama.

—¿Podemos hablar después de la cena?— me pregunta en cuanto me asomo.

—Claro.— contesto y vuelvo a tomar la dirección a mi habitación.

Sólo espero que no quiera hablar de apreciación de la belleza o de animales machos que se destinan a la reproducción.

(...)

Capitulo corto pero como "pre" para lo que se viene ;)

Sólo un hijo || KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora