𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐒𝐔𝐄Ñ𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

25.

Capítulo 25.

Cuando despierto Niall no está en la habitación, debió irse hace mucho tiempo porque el lado que él ocupaba está frío.
Con mucha pereza alzo la vista y tampoco veo a Ignacia, bien ¿Dónde está todo el mundo?
Busco mi teléfono en el bolsillo de mi jean y veo la hora, joder, son pasadas las doce del medio día.
Me levanto inmediatamente y abro la puerta, puedo escuchar a los chicos riendo desde la primera planta.

Escucharlos me tranquiliza, así que cierro la puerta y voy directamente hasta mi maleta. En ella busco ropa limpia, junto con las toallas y me voy directamente hasta el baño, mi cuerpo necesita con urgencia una ducha.
Una vez en ésta, dejo que el agua caliente relaje mis músculos y quite todo exceso de sudor.
Si fuera por mi, me quedaría todo el tiempo aquí, pero mi estómago ruge por la falta de alimento, además deseo ver a Niall.

Así que apenas estoy vestida, y decente, bajo las escaleras. Lo primero que veo al descender es a Louis y Liam jugar con las consolas, después noto a Zayn e increíblemente Ignacia está sentada a su lado, él está mostrándole algo en su teléfono y ella lo escucha atentamente.
No veo a Niall, Ni harry por ninguna parte, quizás están afuera en el jardín.

-¡Magdaaaaa, hasta despertado! —Dice Louis con mucho entusiasmo.

-Hola chicos, buenas tardes. —Los saludo y ellos me responden con una sonrisa.

-Niall está afuera hablando con Harry, por si deseas saber. —Me dice Liam con una pícara sonrisa, la cual devuelvo con una tímida.

-Gracias, iré a comer algo. —Le digo.

-Por supuesto, mi casa es tu casa. —Me dice Liam con amabilidad.

Uff, que cocina más espectacular, pienso.
Digna de aquellas que sueles ver por televisión, solamente este espacio, es más grande que mi casa. Con pasos seguros camino hasta la nevera y busco algo dentro.
Apesar de estar abastecida, me siento indecisa, así que solo tomo una lata de coca cola y me siento en un taburete.

El único sonido de la casa proviene desde el salón, donde los gritos de Louis son realmente escandalosos, lo que me produce mucha gracia.
Mientras observo la lata de bebida, una figura entra en el lugar, pienso que es Niall, pero se trata de Harry.
Él se me queda mirando y sé perfectamente que sus pensamientos lo están arrastrando hasta el episodio del jet privado, al igual que a mi.

Rápidamente desvío la vista, me siento incomoda. Él entra en el lugar y busca algo en la nevera, después lo veo por el rabillo del ojo sentarse frente a mi. Durante algunos segundos ambos nos mantenemos en silencio, pero él decide hablar.

-¿Magdalena? —Me llama apenas en un susurro y yo alzo mi vista hasta él. —Lamento lo que dije en el avión, mi intención no es hacerte sentir incómoda. —Me dice, dejándome realmente sorprendida.

-Está bien Harry... —Estoy diciendo cuando alguien más entra en la cocina. Es Niall, él nos queda mirando y luego sonríe.

Yo también le sonrío. Él busca una lata de cerveza y luego se sienta a mí lado.

-Creí que dormirías un poco más. —Me dice él dándome un beso en la mejilla.

-Dormí lo suficiente. —Respondo y él asiente.

Le doy otro sorbo a mi coca cola y miro a Harry, él está mirando sus manos, puedo notar que no está alegre. Siento que debería marcharme, pero cuando estoy apunto de hacerlo, Harry abre la boca.

-Louis invitó a nicky. —Dice alzando sus ojos hasta Niall.

Conozco ese nombre, hace unos meses atrás Niall estuvo involucrado en un romance con una chica llamada Nicky, la chica ideal para cualquier chico que ame los cuerpos tipo victoria secret's.
Ella es el tipo de chica con la cual yo no podría competir, el contraste de ella conmigo es tan grande, que todo el amor propio que tengo, desaparece.
Inmediatamente comienzo a cuestionar las palabras de Niall, cuando él me dijo que yo le encantaba, y es que no puedo evitar pensar que ella le debe encantar mucho más.

Sé que estos pensamientos irracionales no me llevarán a ninguna parte. ¿Pero que pasa si él al verla decide que no soy nada? Y es que es una posibilidad, ya que entre ellos existió una historia, una historia muy bonita que debí ver gracias a lo que publicaban en Internet.
Y como dice el dicho; donde hubo fuego, cenizas quedan.