Capitulo Veinticinco

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Ese día, el pequeño Anthony cumplía nueve meses dentro de su papi. Le quedaba poco espacio y apenas podía moverse. Estaba en posición y listo para nacer en cualquier momento.

A Niall en cambio le dolía todo el cuerpo. Su espalda y pies eran los más que sufrían. Y los nervios no ayudaban a su dolor.

Zayn y él llevaban un mes viviendo en su nuevo apartamento. La habitación de Peque estaba lista para que aquel pequeño ser la utilizara. Había sido difícil volver a empezar la habitación casi desde cero, pero Greg había sido de gran ayuda al darle las cosas que Theo ya no utilizaba.

-Ni, voy a sacar a Oreo a dar un paseo. Recuerda llamarme si pasa algo.- dijo Zayn asomándose a su habitación.

El ojiazul estaba sentado en la cama, un montón de almohadas en su espalda y cuello. Veía un canal de Golf en la pequeña televisión que habían instalado en la habitación.

-De acuerdo, amor.- respondió Niall, besando castamente los labios de Zayn cuando el morocho se acercó para despedirse.

-Cuida de tu papi mientras no estoy, mocoso.- dijo el morocho dejando un beso en el enorme vientre de Niall.

Se fue de la habitación y Niall quedó solo. A los pocos segundos, escuchó como la puerta principal se cerraba y el apartamento quedaba en silencio, a excepción de la televisión. El rubio suspiró y se levantó con dificultad para dirigirse a la cocina. Puso a hacer palomitas de maíz en el microondas, tomó una botella de agua y una cajita de fresas y lo llevó todo a la habitación.

Pasó toda la mañana comiendo y viendo programas de televisión aleatorios, hasta que entró una llamada de Louis a su celular.

-Hola, Louis.

-Rubia oxigenada, necesitamos que abras la puesta.

-¿Que?

-Tu solo hazlo.

Niall se levantó y caminó hasta la puerta. Abrió con algo de duda, asomando la cabeza por el pequeño espacio que dejó al abrir la puerta. Dos hombres, uno más alto que otro se encontraban de pie frente a la puerta. Cada uno tenía una maleta.

Unos ojos verdes se posaron en el rubio.

-¡Niall! Abre la puerta idiota, no somos secuestradores.- dijo Harry con una gran sonrisa.

-¿Que hacen aquí?- preguntó Niall abriendo la puerta mejor y acercándose para abrazarlos.

-Queríamos estar aquí para cuando Anthony llegara.- dijo Louis.

-Aww, ¿en serio?

Entraron al apartamento y Harry y Louis dejaron sus maletas en una esquina.

-Por supuesto. No nos lo perderíamos por nada del mundo.- contestó Harry y pasó su brazo por los hombros del rubio.- ¿Como has estado?

-Bien, cada vez más gordo.

-Bueno, si estas gordo, pero es normal no te estreses rubia.- dijo Louis, recibiendo una mirada de pocos amigos de parte de Harry.

-Lou, cielo, cállate.

-Bueno, ¿quieren ver la habitación del bebé? La terminamos la semana pasada.

-Claro.- dijo Harry y todos caminaron hasta la pequeña habitación que sería para su pequeño.

No era muy grande, y su decoración era sencilla, pero Niall había quedado enamorado de como había quedado.

-Niall, es precioso.- dijo Louis.

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Sorpresas de la vida |Niam||Ziall| mpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora