Huir de ti, quererte a ti

6 0 0
                                    

De algún modo siempre termino escribiendo de ti, por ti, para ti, aunque jamás vayas a enterarte.
Por alguna razón, siempre termino llorando por ti, hablando de ti, sufriendo por ti, sin que lo sepas.
Y a pesar de correr siempre de ti, termino envuelta en tus brazos, destrozada, queriendo volver a intentar algo que acabará en ruinas.
¿Seré tonta? De algún modo, sé que lo soy, pero...¿Lo seré por dejarte ir? ¿O por huir de ti?
Te digo cobarde, pero me quedo helada frente a ti.

Solo quedo alejarme, porque así lo decidiste tú. Y ahora estoy a las 2am loca de preocupación por ti, queriendo tumbar puertas para llegar a ti.
¿Algún día dejaras de importarme?
Te veo, deshecho, y solo quiero llorar a tu lado y abrazarte. Quiero decirte que mejorará, que nunca me iré, que lo pidas o no, jamás te abandonaré.
Pero duele...

Duele en mi pecho, agitado por tantos sentimientos.
Duele en mi cabeza, de darte tantas vueltas.
Duele en todo mi ser, de no saber qué hacer.
Duele en el interior, como si quemará, como destruyendo cada fortaleza en mi.

No puedo evitar llorar. Quisiera ser fuerte por ti, y que lo supieras.
Tal vez pido lo imposible...
Que entiendas una mente distorsionada y algo desolada.
Tal vez pido algo peor...
Quizá quiero que me quieras del modo que lo hago yo.

Un abrazo, y quiero disfrutarlo.
¿Si fuera el último?
Perdería la cordura de saber que jamás podré volverte a abrazar.
No sé por qué lloro, y no entenderás cuánto me mata necesitar ayuda cuando sé que la requieres más.
No sabes cuánto me atormenta que seas mi único apoyo, de no querer a nadie más que sostenga mi mundo echo añicos...

Te escribo, cada día.
Y sin embargo, no tengo nada que decirte.
Irónico es, dedicarte millones de palabras, y no mencionar ninguna.
Irónico es, lo vacío de mi mente si de trata de ti.
Eres la excepción.
La excepción que más me cuesta aceptar, aquella que me cuesta soltar, por la que vale arriesgar.

Creo que ya no sé qué más escribir.
Desconozco qué está bien o mal.
Poco podría aprovechar tu atención a mis descontrolados llantos.
Pero...
Termino escribiéndote.
Termino amándote.
Termino extrañandote.

Ojalá entenderte fuera tan fácil como vomitar sentimientos retenidos en páginas blancas.
Ojalá pudiera juntar mis sentimientos y arrojarlos a tu rostro, no para terminar con todo, si no, para darle un poco de paz al caos que lograste crear en mi.

Lo inefable del almaWhere stories live. Discover now