Cambio de historia

9 0 0
                                    

He escuchado cómo me llamabas en otros labios.
Y mis sentidos han notado la diferencia del efecto que tu boca tenía en mi piel.
Pero poco sería mi honestidad si digo que no me ha gustado.

Sólo tú causabas un retorcer en mis deseos capaz de anular mi capacidad de conciencia, de raciocinio para saber que era una necesidad inútil.

He huido del amor, de relaciones perfectas, de príncipes encantadores.
No es lo mío.
Lo mío siempre fue destrucción, relaciones tontas, sapos coquetos.

Pero siempre me he refugiado en tu cotidianidad, en la seguridad de tú vacío amor, lleno de fuego y pasión, pero que se apaga en cuanto la luz sale; de la ironía de ser uno sólo y estar más separados a cada momento. 
Y ahora que he sido arrojada por tú propio desinterés a un mundo aburrido sin placeres mundanos y erróneos, me he visto obligada a avanzar entre calles seguras y me he sentido desprotegida; acostumbrada a tu desdén, me veo desubicada en una belleza acertada.

Ahora que la libertad me ha acogido con ternura, he escuchado las palabras correctas siendo susurradas por un alma encantada.
Todo ha cambiado, cuando él ilumino mis huesos demacrados con besos acertados.
Todo ha cambiado en el momento en que él me obsequió amor, un amor libre, sin ataduras, con la capacidad de ser yo, de no perderme.

De lo poco que él ha sabido de mí, del miedo con el que lo he alejado, y el terror que me ha refugiado, no se ha alejado, se ha quedado.

Si me preguntas, sigue siendo raro que él me profese Diosa, cuando contigo todo fue infierno.

Lo inefable del almaWhere stories live. Discover now