Cap 29

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Piccolo quedó sin palabras, claro el si entró a la habitación de la morena la noche anterior y ahora lo recordó, pero jamás creyó que Gohan lo notó.

-Solo cambió la temperatura, no podía dormir e imaginé que tu madre tendría frío, así que fui para cobijarla.

-Aaah. Y la semana pasada ¿también hizo frío?

-¿Eh?

-Si, señor Piccolo, anoche no fue la primera vez que lo veo entrar o salir de la habitación de mí madre.

-Bueno es que tú madre y yo nos hicimos amigos y siempre habla conmigo para revelar sus cosas, ya sabes nuestra relación de contiendas ha cambiado...

-Si ya me dí cuenta, Pero usted a mí tampoco me engaña.

-¿A qué te refieres?

-¿Cree que no me doy cuenta de la forma en que la ve. Cuando habla con ella o están cerca?

-Gohan, yo...

-Si a usted le gusta mí madre ¿Verdad?

El namek agachó la mirada, y luego volvió a ver los ojos de su discípulo que ya no eran los mismos, fríos y de ira, jamás lo había visto de esa manera y menos hacia el. Realmente le dolía en el corazón que fuera así.

-No me mienta, solo dígame la verdad.

-Si, siento algo más que amistad por ella.

-Lo imaginé.

-Creeme, no se cómo ocurrió, no pude evitarlo.

-Entiendo, yo voy a observar a aquel tipo que vendrá mañana, no quiero que le ponga un dedo encima a mí mamá, y se que usted tampoco lo permitirá. Ella sufrió, sufre por mí papá, eso me duele y no permitiré que nadie más le haga daño.

-Si Gohan, yo la cuidaré al igual que a ti. No te enojes conmigo, esto que siento por ella solo sucedió no se cómo pero no me gustaría que te enfades yo no quiero perder tu afecto. No sé qué haría si no me quisieras.

-Si no quieres perder mí cariño y confianza entonces, aléjese de ella.

Abrió sus ojos más grandes, sus palabras aparte de sorprenderlo eran como piedras.

-Está bien Gohan, ya no me acercaré tanto a ella.

-Está bien, gracias señor Piccolo, por todo lo que hace por nosotros.

-De nada, que descanses-le dirigió una media sonrisa y luego se marchó.

Jamás lo había visto de esa forma. Pero pensó que tal vez era común, pues el niño solo cuida a su madre, es lógico que no la quiera ver llorar y que nadie se burle de ella.

Al otro día la morena tuvo que madrugar, estaba ansiosa por conocer al príncipe que una vez fue su prometido, también algo nerviosa y no sabía porque.

Fue directo a la ducha, se puso un vestido rosa claro, corto hasta las rodillas y peinó su cabello en una coleta alta con dos cortos mechones a sus costados. Delineó sus labios en tono rosa claro para dar toque especial como combinación con su vestido.

Estaba realmente hermosa como lo bella que era. El pequeño Goten lloraba en los brazos del maestro de Gohan, el pre adolescente sentado en el sofá mientras observaba a su alrededor.

Su madre vino a la sala para tomar a Goten quien ya acababa con la paciencia del de piel verdosa.

-Gracias Piccolo- le agradeció a la vez que notaba el deseo en los ojos del namekiano al verla tan hermosa.

El pequeño calmó el llanto al prenderse del pecho de su madre.

-De nada- respondió algo nervioso por estar cerca de su amada, luego miró a Gohan quien no le quitaba la vista de encima.

En tu mundo (piccolochi)Where stories live. Discover now