Cap 43: Lección

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Cuando estaban en la habitación, Milk cubrió su cuerpo con una bata de toalla y se dirige al baño.

—Tomare una ducha— con la intención de que Piccolo dijera algo al respecto o simplemente la siguiera, pero el solo se quedó sentado en la cama poniendose su traje y en silencio. No comprendió la ironía de Milk.

Estaba pensativo por todo lo ocurrido, era algo nuevo para el como namekusein de mantener la pureza y no contaminar con nada que irrumpa las meditaciones.

No importaba mucho eso, ya que el no era como Dendé, el tiene el linaje de combate, la habilidad de pelear, entonces esto es un detalle el hecho de tener contacto con una humana. El problema de la culpa, es por un lado del Kamisama que lleva adentro. Pero otro lado de él no era así.

Sea como sea, nada quita sus sentimientos hacia la morena. Ya había pasado casi media hora y sigue en el cuarto de baño.

—Milk... ¿Te encuentras bien?

—Puedes entrar.

Entra y la ve en la tina, sus cabellos estaban húmedos; claro, ella se dió una ducha y luego quiso relajar su cuerpo sumergido en agua y cubierto de espuma.

—Acercate.

Él se acerca a paso lento, se agacha para quedar a su altura.

—¿Te arrepientes de esto?— Preguntó ella

—No ¿Por qué lo preguntas?

—Estás muy serio y silencioso— el toma su mano cubierta de agua y espuma.

—Me encantó, tu me encantas. Sabes, he pensado en lo que dijiste, que te hice la mujer más feliz del mundo.

—Si, claro porque es así. Y eso que es solo el principio. Pero aún así fue maravilloso.

—¿Eh?

—Hay muchas cosas que tal vez no sepas pero te encantarán. Con el paso del tiempo en nuestra intimidad.

—Enseñame.

—Todo a su tiempo— alza su mano para acariciar el rostro del de piel verdosa.

—De todos modos me siento algo desorientado, es que necesito meditar.

—Lo sé, esto es muy nuevo para tí.

—Si...

—Ven a la bañera conmigo.

—Es que quiero bañarme en el manantial.

—Mañana lo harás, y de paso puedes meditar.

—Prefiero ir ahora al manantial y meditar mañana.

—Está bien, ya voy a salir de aquí espérame.

El namekiano asiente y se aparta para sentarse en un canasto de mimbre frente al espejo del tocador.

Unos minutos después de enjuagarse, la mujer sale cubierta con la toalla y se para frente al espejo, luego se la quita para enjugar su cabello.

Piccolo sabe que la morena deja al descubierto su cuerpo como si nada, un poco incómodo mira a la nada, pero no pudo evitar mirar sus nalgas, en seguida cambió la mirada al reflejo del espejo, su rostro, sus hermosos ojos negros.

A pesar de lo tentador que es el cuerpo desnudo de la mujer que amaba y que ya habían estado íntimamente, aún así quiere respetarla.

Después de un instante la despidió con un dulce beso en los labios para después salir por la ventana a volar por los aires, se dirige a la cascada para bañarse allí.

En tu mundo (piccolochi)Where stories live. Discover now