En tu mundo (piccolochi)

Cap 44: Leche

El descanso nocturno continuó con normalidad después de que el niño Goten durmió. El namekiano despertó a la mañana siguiente, pues la morena ya andaba por la sala de estar aseando y preparó el desayuno.

El silencio fue un poco incómodo mientras estaban en la mesa, sobre todo para Piccolo, es que Gohan de a ratos lo veía fijo a él y a su madre que en su rostro se notaba la alegría tanto como la de su maestro. Aún así el niño sonreía a ambos, pero se sentía extraño, a pesar de estar feliz que el sea como su padre sobre todo ahora en relación con su progenitora.
Es decir totalmente una locura de como sucedió todo, por su especie y lo mal que antes se trataban discutiendo todo el tiempo hasta por tonterías.

Entonces verlo de esa forma y saber que este ahora “Se comía a su madre"

Claro que Gohan solo lo sabía por instinto, pues el no tenía junta de esos pequeños que ven a sus padres en la intimidad y el tampoco vivió eso al estar su padre fallecido. Pues ahora ya de un poco más grande ¡lo entendía todo!

Cuando Gohan fue a su habitación, la peli negra se quedó aseando la cocina y el comedor mientras su amado namek cuidaba a Goten, aunque notaba un poco la expresión de su rostro muy serio, ya que este por lo general dedicaba una mirada de vez en cuando a ella, al menos desde que se expresaban cariño.

Buscó el momento adecuado para preguntar al de piel verdosa

— ¿Pasa algo?— Se acerca para verlo a los ojos

—¿Por qué lo preguntas?

—Estás muy serio.

—No, solo me siento incómodo pero no es contigo—tocó su cabello suavemente

—¿Entonces?

—Es que... Creo que Gohan presiente.

—Pero el ya lo sabe...

—Lo sé, me refiero a lo que hicimos anoche.

Ella ríe —suele pasar es que a veces solo nos perseguimos, es la preocupación.

—Lo puedo notar en su mirada.

—No hay de que preocuparse.

—¡Pero no está bien esto! No quiero que nos oiga...

Ella se da la vuelta—Entiendo, está bien, ya no quieres hacerlo, ¿verdad?

—¡Nunca dije eso!

—No directamente, son escusas porque no quieres!

—¡No es cierto!

—Si es cierto, ya no quieres! No quieres seguir aprendiendo!

—Sabes que me encantas y lo disfruto

—Pues no parece, te arrepentiste y ahora buscas pretextos!

—Milk!— Se levanta un poco brusco y la toma del brazo para girarla a el— Me encantas! Jamás sentí esto por alguien— acaricia su rostro—Enseñame! No dejes de hacerlo, por favor...

—¿Entonces?

—Hay que ser cuidadosos, cuando no estén los niños, o vamos a otro lado, cerca de la cascada donde nadie nos vea.

La morena sonríe y lo abraza

—Asi será entonces

Entre abrazos y besos se recuestan en el sofá, ella muy despacio empieza a bajar su mano a la entrepierna del namek

—¿Que haces? Espera!— aparta la mano

—Te estoy enseñando!!

—Pero... Ya hablamos de esto!!