✝Juan un instrumento de Dios✝

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Juan, un instrumento de Dios.


 

En una ciudad hermosa y modesta llamada Bella Vista, un niño llamado Juan era felíz. Tercer hijo de cuatro hermanos y el más tímido, vivía una vida común típica de un niño hasta que a los 12 años, sintió el llamado de Dios.

Fué justo cuando encontró por la calle un pequeño libro con oraciones católicas, hasta ese momento él no sabía exactamente lo que significaba, sus padres se autoproclamaban católicos, pero nunca fueron a misa, el chico aprendió con el pequeño libro a orar ya que nunca había ido a catequesis. No sabía porque, pero a partir de allí algo en su corazón lo movió de tal manera que sin dudarlo les confesó a sus padres, "quiero ser cura".

Su madre nunca estuvo cómoda con esa idea, soñaba con que su tercer hijo hiciera lo típico, casarse y tener hijos pero...

Conforme fué pasando el tiempo se dieron cuenta que no sólo fué un capricho de la niñez, a los 18 años, y con el desanimado permiso de sus padres, el joven Juan ingresa al Seminario Inmaculada Concepción de Villa Devoto; y a los 26 ya se ordenó sacerdote. Cuando por fin había cumplido su sueño, hasta aquí todo parecía normal, pero desde luego Juan siempre guardó un secreto. Desde muy pequeño poseía un Don, que según su él, fué enviado por Dios, tenía el don de poder ver el aura de las personas, a veces tenía visiones del futuro, pasado o presente, y podía ver de forma esporádica, algunas sombras las cuáles él creía, eran espíritus.

No contó su secreto a nadie, asique siguió su vida normal, volvió a su ciudad, y comenzó a Dar clases de catequesis a niños.

De más está decir que muchas feligresas, se encontraban atraídas por el apuesto y joven sacerdote, pero él solo se encontraba enamorado de Dios y de su fé, sobre todo, movido por el amor al prójimo y a la Caridad.

Lo que más hacía era orar y ayudar en un pequeño merendero de la zona, pasar horas disponible para que las personas se confesaran, aunque siempre fueran dos confesos cada domingo, no tenía problema si alguien lo llamaba en medio de la noche para una confesión, una Santa unción, etc.


Orar, dar misa y confesiones era lo que lo hacia felíz, pero más sentir que ayudaba a las almas de los fallecidos, a salir de su penosa agonía del purgatorio, en toda la parroquia, el se mostró siempre como un gran creyente de la ánimas benditas, oraba siempre por ellas, ofrecía sus Dolores corporales en reparación por los pecados de esas almas. Era el mayor acto de amor que Juan hacía casi sin darse cuenta.


Dios le tenía preparado uno de sus más grandes desafíos, una prueba en la que estaría en juego su integridad física y psíquica, e incluso su fé.

Una serie de extraños sucesos se desencadenarán, y Juan tendrá que demostrar que la oración es lo más poderoso  que tiene un católico.


Luchar contra las consecuencias del pecado, nunca fué tan difícil para él.


El tercer lugar [Terror]Where stories live. Discover now