Y mis esperanzas de poder tener algo con él se fueron a Narnia cuándo dos semanas después: Sarah entró a trabajar con nosotros. Ella no lo veía pero Boris dedicaba su tiempo libre sólo para ella, su atención hacia mí fué disminuyendo para dársela completamente, y la forma en la que la miraba sin que se diera cuenta.. siempre quise que fueran para mí esas miradas.

Pero no fue así, y todo por culpa de Sarah.

O bueno, al menos eso era lo que creía.

Por eso me comportaba como la propia perra con ella. Y realmente me arrepiento, no es una mala persona.. ella no tiene la culpa de que Boris sienta algo por ella.

Boris se me queda mirando esperando que diga algo y me maldigo internamente por quedarme divagando en los recuerdos.

—No me tienes que pedir disculpas de nada—. Hago una pausa ya que un nudo se instala en mi garganta— Yo me lo busqué por mis acciones, también entiendo que eres el mejor amigo de Sarah y que simplemente buscabas la manera de protegerla—. Me sonríe y siento que el corazón se me paraliza—, yo soy la que tengo que disculparme, me comportaba como una perra y no lo merecían. Lástima que tuvo que haber pasado todo ésto para darme cuenta de las cosas—. Limpia una pequeña lágrima que comenzó a correr por mi mejilla y me tenso.

—Me imagino que tuviste tus razones, y mi gran duda es: ¿Cuáles fueron los motivos que te llevaron a eso?— no puedo responder, no soy capaz. Y por suerte nos interrumpe una chica de cabello rubio, alejo mis manos sutilmente de las suyas y carraspea un poco incómodo.

—Buenas tardes y bienvenidos. ¿Desean algo?— dice sosteniendo una pequeña libreta entre sus manos junto a un lapicero.

—De mi parte me dá un té solamente, por favor—. No miro a Boris.

—Y a mí una de café, gracias—. Dice y por un momento siento su mirada de confusión sobre mí.

La chica se vá sin luego de decir "vuelvo en un segundo con sus pedidos"

Un silencio incómodo se hace presente y decidí romperlo antes de que vuela a retomar el tema.

—Supongo que luego de que salgamos de aquí seguiremos pegando los carteles.

—Así es. No me quedaré tranquilo hasta que aparezca Sarah— dice agobiado.

—¿Cómo está la mamá?— me atrevo a preguntar.

—Terrible, y es que, aún no lo puedo creer.. ¿Qué le pasó? O mejor dicho; ¿Dónde estará?— se sostiene la cabeza exasperado— Sarah no es así, ella no se iría así como así después de lo que pasó... Ella no dejaría a su madre sóla. Sé que alguien se la pudo haber llevado a las fuerzas, yo la conozco— tapa su rostro con sus manos para luego agarrar su cabello de frustración—. Lo peor es que no sé quién pudo a ver sido.

«Lo peor es que yo si sé quién fué», le corrijo internamente.

Y estaba a punto de decirlo la otra vez, pero el miedo me embarcó por completo y no tuve la suficiente valentía para hacerlo. Así que inventé una excusa recordando las últimas palabras de él antes de todo éste caos.

—Suceda lo que suceda; tú nunca me vistes, al contrario, tu vida y la de tu hermano correrán peligro.

—Iré al baño—. Me excuso tratando de huir y al llegar, me deslizo de espalda en la pared sin importarme nada luego de asegurarme de que no haya nadie en algunos de los cubículos. Entierro mi rostro entre las rodillas y me permito llorar.

Los recuerdos me siguen atormentando haciendo que la consciencia me mate lentamente por dentro. Necesito confiar en alguien, necesito un maldito psicólogo, pero sería muy arriesgado meter a otro en éste asunto.

El Enmascarado.Where stories live. Discover now