Capítulo 4

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Creo que me volveré loca de tanto pensar. Todo es totalmente confuso, ni siquiera le encuentro alguna teoría de todo lo que me ha dicho Polly. No logro entender dónde encajo yo en todo ésto.

¿Que si el chico enmascarado salvó a Polly? Si, estoy el cien por cien segura de ello.

Y bueno, no soy taaan mala, así que podría decirse que me... ¿Agrada? Que la haya ayudado en esa situación. Porque como había pensado antes; no me caerá bien pero no le deseo nada malo y menos que tenga prácticamente un trauma por lo sucedido, aunque ya lo tenga.

Solo quiero información. Necesito saber lo que quiere el chico enmascarado de mí.

Tremenda curiosidad ha despertado en mi interior. Muy tremenda. Y eso significa peligro, porque haría cualquier cosas por desaparecer la incertidumbre.

—¿Qué fué los que sucedió, Sarah? — toda mi atención cae en Luke y me le quedo mirando por varios segundos.

Llevo la cuenta perdida de las veces que me han hecho esa pregunta. No he hablado desde que nos encontraron en el vestíbulo, mi cerebro está en un estado de shock logrando absorber todo el puto caos en el que me metí sin darme cuenta.

Mi vista viaja a todos los presentes que esperan impacientes mi respuesta, pero no hablo, me quedo callada. Aún recuerdo cuando Polly me dijo que no dijera nada, lo he tenido en cuenta y no pienso decir alguna palabra de ello al menos hasta que tenga la mente aclarada.

¿Cómo explicar algo que ni yo entiendo?

Luego de que me hayan encontrado con Polly desmayada, de inmediato la trajeron al hospital preocupados. Nadie dijo absolutamente nada en ese momento ya que estuvieron muy ocupados en culparme mentalmente, lo pude notar en sus miradas.

Tenemos veinte minutos esperando en la sala de espera, aún sin noticias de Polly y desde entonces; me tienen atormentada haciéndome preguntas para que les dé alguna explicación.

—¿Y bien?— me presiona Cinthya— ¿Nos vas a decir qué le hiciste a Polly?

Lo último que dijo hizo que un hilo de rabia pasara por mis venas.

—No le hice nada— hablo apretando los dientes.

—¡Por fin hablas! Creí que te habían cortado la lengua— dice Cinthya.

—A ti, no me interesa darte explicaciones— la miro directamente— así que puedes ir comprando un cochinito para que vayas ahorrando tus estúpidos comentarios—. Le escupo sin más.

—¡Ay por Dios! es obvio que tú eres la responsable de ésto ¿Para eso la estabas buscando, verdad? Y todo porque simplemente te cae mal— dice Cinthya mirándome atentamente— habla, habla de una puta vez Sarah, ¿Por qué no dices nada? ¿Acaso la conciencia te carcome? Porque espero que sea así.

—¡Que yo no le hice nada, joder! Solo estábamos hablando y de un momento a otro se desmayó, eso es todo. Así que deja de armar un maldito espectáculo.

—Buenas tardes, soy el Dr. Evans— nos interrumpe un hombre no tan joven pero tampoco viejo. Llevaba una bata como las del laboratorio y unas carpetas entre sus manos, era el Doctor que había atendido a Polly.

—Buenas tardes, ¿Hay noticias de Polly?— pregunta apresuradamente la sra. Martha interrumpiendo al Doctor.

—Así es. ¿Usted es la madre?

—No, de hecho todos somos compañeros de trabajo.

El Dr. Evans frunce el ceño por un leve segundo.

—Ella vive prácticamente sola junto a su hermano mayor, pero él no sabe nada sobre ésto porque ocurrió derepente en horas de trabajo y la trajimos de inmediato— aclara Boris, que no me ha dirigido la palabra.

El Enmascarado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora