Capítulo 7

1K 122 18
                                    

Boris

Eres un idiota

Un trago.

¿A caso no te das cuenta de lo que estás haciendo?

Otro trago.

Yo sí confíe en ti. lástima que ni siquiera me creas.

Y esas últimas palabras desmoronan nuevamente mi mundo, me destrozan.

Ya perdí la cuenta de los shot que me he tomado. Pero de lo que sí estoy seguro es que no podré caminar sólo.

Aún recuerdo su carita triste y toda inocente mirándome con decepción. Pero lo que más me duele fué verla llorar, son demasiadas escasas las veces en las que Sarah deja ver su lado vulnerable.

Y me odio, me odio por haberla hecho llorar, pero más la odio a ella por hacer que la quiera tanto. Nunca tuve el valor de decirle que la quería más que una simple amiga, soy un maldito cobarde, lo sé.

Cuándo le dieron de alta a Polly, nos confesó todo.

Polly camina hacia nosotros y Cinthya va corriendo a abrazarla.

—Oh Dios, gracias a los cielos estás bien—. Ese acto hizo que nos miraramos todos con clara plasmación en nuestros rostros. Cinthya nunca trató así a Polly, de hecho, en algunos momentos la escuché decir que no le agradaba en lo absoluto. Pero bueno, sólo estuvo preocupada como lo estuvimos todos.. ¿No?

Polly se tensa por el inesperado comportamiento de Cinthya pero en ningún momento le devuelve el abrazo.

Supongo que fue algo.. exagerado.

Cinthya se separa con una gran sonrisa en el rostro ignorando el hecho de que su abrazo nunca fue correspondido.

Bien, ahora dinos qué te hizo Sarahsu sonrisa se borró al nombrarla y ahora yo me tensé. Al pensar que la perdí para siempre, duele.

—¿Q-?— tartamudea Polly abriendo los ojos con total sorpresa. Cinthya arruga el entrecejo.

—Si, dinos. Estabas encerrada con Sarah cuándo te desmayaste, es obvio ¿No?— dice Cinthya con obviedad.

—Ella no me hizo nada— habla atropelladamente— sólo trataba de solucionar nuestras indiferencias para poder llevarnos bien, ya que nos vemos todos los días y somos compañeras de trabajo—. Su voz apenas es audible pero entendible. Y desde ese instante me sentí el ser más idiota del mundo—. Yo me desmayé porque me había olvidado de comer.

Ví a Luke y estaba en total shock, Martha tenía sus manos en la boca y sus ojos se cristalizaron.

—Oh, mi niña— dijo y cerró los ojos.

Y yo, yo salí corriendo hacia afuera sin importarme nada. En mi mente sólo estaba Sarah, miré a todos lados con desespero buscándola con la mirada. Nada. No había rastros de ella.

«Dale su tiempo», pensé.

Ahorita me debe odiar, mejor esperaré a que se le pase ese sentimiento.

Necesito ir a un lugar para despejar la mente, necesito olvidarla aunque sea unos minutos para no ir corriendo tras ella.

Regreso al estacionamiento del hospital y me subo al auto, vuelvo a mecanizar todo y golpeo al volante con todas mis fuerzas. Enciendo el motor y me pongo en marcha.

El Enmascarado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora