Capítulo 9

854 106 14
                                    

Polly

Dejo escapar un largo suspiro y aprieto los labios nerviosamente. Boris está sentado justo al otro pequeño extremo de la mesa, lo miro por unos cuántos segundos y aparto la mirada cuando voltea a verme.

—¿Te encuentras bien?— pregunta con la voz apenas audible. Últimamente no lo reconozco, se la pasa desanimado y con grandes ojeras,
, producto de la preocupación sobre la desaparición de... Sacudo la cabeza con el inútil intento de sacar ese pensamiento de mi mente, el remordimiento me carcome tanto que si hubiera la posibilidad de borrarme la memoria; lo haría sin pensarlo dos veces.

Boris levanta una ceja confundido por el gesto y me remuevo incómoda en el asiento.

—No, s-sólo estaba pensando—. Trato de sonar normal pero se me hace imposible.

No me cree pero igualmente asiente, y se queda mirando nuevamente el gran ventanal de la cafetería que queda un poco lejos del mismo pueblo en el que vivimos.

No me gusta verlo así, él es una persona tan.. alegre y divertida. Pero lo que realmente duele es que esté así por mi culpa, si no le fuese dado información a él sobre Sarah, estoy muy segura que nada de ésto estuviese ocurriendo.

Todo es mi culpa por confiar en un simple extraño.

—Lo siento— habla súbitamente, y aunque su vista enfocaba un sitio específico, sus ojos se encontraban vacíos y su mente en otro lugar. Así lo notaba.

Frunzo el ceño levemente y lo miro confundida por lo que acaba de decir.

—¿Por qué?

—Por haberte tratado como lo hice. Fuí un idiota en juzgarte sin siquiera haberte conocido realmente, me dejé llevar por tu trato hacia Sarah, y aunque sé que tampoco estuvo bien lo que hiciste ya que soy capaz de protegerla de quién sea a pesar de que le hice daño—, se le fué apagando la voz lentamente al decir lo último tras una sonrisa irónica. Sacude la cabeza— eres la única persona que me está acompañando en éste momento tan difícil.

Podría jurar que tiene ganas de llorar.

Una punzada en el pecho hace que me estremezca y le doy una sonrisa triste para disimular mi gran bajón de emociones. Estiro mis brazos hasta tocar mis manos con las suyas y las tomo de forma de consolación, su vista cae rápidamente a nuestras manos y luego sube a mi rostro haciendo que conecte nuestras miradas.

Y ahí, justo en ese momento me dí cuenta que aún sentía algo por Boris.

—¿Eres nueva?—. Pregunta un chico más o menos de mi edad, cabello castaño claro y ojos color miel. Llevaba el mismo uniforme que yo e intuí que también trabajaba aquí. Su rostro era de niño pero por su voz pude notar que era pura apariencia.

—Sí—. Me sonrojo porque es atractivo, muy atractivo para mi gusto.

—Genial—. Sonríe y le devuelvo la sonrisa con el sonrojo intacto en mis mejillas— Mucho gusto, me llamo Boris ¿Y tú?— se presenta sin despegar la sonrisa de su rostro.

—P-Polly— balbuceo y me abofeteo mentalmente por lo idiota que me veo.

—Pues espero llevarnos bien. Bienvenida, Polly— me da un beso en la mejilla por cortesía y en ese momento dejé de respirar, al darse la vuelta; inconscientemente me toco la mejilla donde me dió el beso.

«Un beso sólo por amabilidad Polly» habla mi subconsciente pero la callo de inmediato.

Sonrío como boba mientras lo veo desapareserce de mi vista para entrar a la cocina.

El Enmascarado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora