Reunión

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—Novato,sígueme —Cecilia pasó marcando su taconeo en el piso lustrado por la puerta de la cocina. —Y tráeme mi maldito café.

Shawn tomó la taza con mucho cuidado. Ahora había evitado el chocolate gracias a la explicación de su nuevo amigo, Harry Styles.
No tenía idea de que alguien pudiera ser alérgico al chocolate.

La siguió a un paso acelerado por el pasillo. Ella no le dirigió ni una sola palabra más y tampoco lo miró. Llegaron a la sala de reunión y se quedaron frente a la puerta.

—Dame eso, ¿Juan? Seguiremos con novato — dijo tomando la taza de café y dándole un sorbo profundo. Prácticamente tuvo un orgasmo al sentir ese sabor recorrer su garganta, nunca había probado algo así y trató de no sonreír para que el muchacho siguiera temiéndole. — Bueno, ¿qué esperas? Ábreme la puerta.

Shawn trastabilló un par de pasos y abrió la puerta de manera torpe. La morena negó con la cabeza y bebió otro sorbo de su café para entrar en el salón.

—Buenas tardes —dijo ocupando su lugar en la cabecera de la mesa de reuniones y le indicó donde sentarse al becario con un gesto. —Muy bien, muchachos. En seis horas nuestra revista va a estar en la calle y todavía no tengo lo que buscaba, así que, si no quieren que despida a todos, muéstrenme lo que tienen.

Cruzó sus piernas y observó como todos corrían de un lado al otro, papeles volaban.  Todos querían llamar su atención y le hablaban explicándole cosas que ella ya sabía: muestras de tela, nombre de nuevos artistas y modelos, colores, chismes... Todo era tema de conversación en ese momento, pero Cecilia no podía dejar de mirar al castaño que no corría. No trataba de hablarle, sólo miraba su tableta frente a él.

—¡Se callan!— Todos se pararon en seco. —Nuevo, de los ocho diseños que te pedí quiero que me muestres el que crees que va a salvar tu trasero en este momento. Si no me gusta, estás fuera.

— ¿A– ahora, ya? — Todos los ojos estaban clavados en él y rápidamente repasó los diseños en la pantalla de la tableta hasta que se decidió por uno. No cumplía con los estándares de la revista, pero ya estaba jugado.

—Vamos, niño. ¿Qué esperas? Proyecta ese maldito diseño.

Shawn obedeció y su diseño se proyectó en la pantalla detrás de ella. Todos estaban mirando con cara de sorpresa y murmurando que lo iba a matar, que ya estaba fuera, que jamás publicaría una portada así Icon etc, etc.

El castaño trató de calmar su nerviosismo pero no podía evitar escuchar los comentarios. La jefa se volteó lentamente y ése era su fin.

Nadie dijo nada y por un par de minutos todo era silencio y calma en aquél huracán de hace apenas unos segundos atrás.

—Marco,toma el diseño y llévaselo a los de imprenta. No modifiquen ni un tono. Luna, tú toma las notas de qué usar éste verano, pero cámbiale el título a “Verano In”. Julia,tú lleva la entrevista a redacción. ¡Vamos, muchachos! Tenemos una revista qué vender. ¡Muevan su maldito culo de una vez! —La voz de Cecilia los activó a todos como si de un mando a distancia se tratara y todos comenzaron a correr.
Shawn se puso de pie para volver a su cubículo ya que todos se estaban yendo,pero lo detuvieron.

—Becario —  dijo la morena con su voz dura como de costumbre.

—¿Sí?— contestó el muchacho muy atemorizado.

—Siéntate.  No te dije que te fueras.

Shawn volvió a sentarse en su lugar. La jefa se puso de pie y se sentó sobre la mesa frente a él.

Ella no dejaba de rascarse los brazos por el sarpullido que le dio el chocolate en la piel.

—Perdón por lo del chocolate. Yo... yo no lo sabía,jefa. — Shawn no levanto la vista. Sólo miraba sus manos, con las que jugaba nerviosamente.

Sweaters Boy ||S.M||Kde žijí příběhy. Začni objevovat