Youngblood | L. Hemmings ✦VOL.I✦

Family

Luke por fin se quiso despegar de mi y fue a su casa para cambiarse y volver más tarde para llevarme a la cena. Después de nuestra larga despedida en la puerta de mi casa, subí corriendo hasta a mi habitación y saqué toda mi ropa para encontrar algo que ponerme.

Él no me especifico muy bien si sería algo formal, o algo casual o sólo nos sentaremos en el sillón a comer chili. 

Moriría de la vergüenza si elegía el atuendo incorrecto, porque a pesar de que conocía a los padres de Luke desde siempre, quería causarles una buena impresión, ahora era la novia de su hijo y llenar los zapatos de Nina, era imposible porque siempre lucía impecable, con sus uñas perfectamente cuidadas, con el cabello siempre arreglado y ropa de diseñador.

Después de pasar casi una hora eligiendo que usar decidí ponerme un enterizo tipo short, no era ni muy casual ni muy elegante, me llegaba unos centímetros más arriba de la rodilla y la tela holgada no lo hacía ver vulgar, tenía mangas largas tipo campana y aunque tenía un escote pronunciado no se veía mal porque, el color crema y el estampando de algunas flores lo hacía parecer femenino, lindo y elegante.

Me di una ducha y me arreglé el cabello peinándoos de lado y ondulando las puntas con las tenazas, me maquillé poco porque no quería parecer exagerada, quería verme refinada, base, mascara, rubor, algo de highlighter  y pinté mis labios de rosa un tono más oscuro que mis labios para que pareciera que no llevaba labial. 

Me quité el horrible color negro que tenía en mis uñas, que ya estaba cayéndose y me pinté las uñas de las manos y de los pies en un tono beige casi del mismo color que el enterizo.

Le quité los pendientes de diamantes a mi mamá, me puse de su perfume de diseñador que mi padre le regaló en algún tonto aniversario y le robé unos de sus tantos tacones que ella ya ni usaba y que se estaban llenando del polvo en su closet. Eran unas sandalias de tacón sencillas con correa, eran de un tono rosa pálido que combinaba perfecto con el estampado de mi atuendo.

–Lista.–dije contestándole a Luke la vídeo llamada mientras me colocaba las sandalias.

–Déjame verte.–dijo con una sonrisita y puse los ojos en blanco, dejé el teléfono sobre la cama para terminar de amarrar las correas en mis tobillos y lo tomé de nuevo para pararme en la ventana y que el sunset me iluminara.

–Espero impresionar a tus papas y que se den cuenta de que puedo llegar a ser refinada.–Luke se echó a reír y negó, pero su risa se cortó de inmediato cuando comencé a grabar lo que llevaba puesto.

–Oye...tengo novia pero podría dejarla por ti, estás como quieres, chiquita.–reí fuertemente volviendo la cámara a mi rostro.

–¿Aun sigues en casa?.–comenté extrañada recociendo la pared de su habitación.

–Si, en rato voy a buscarte es que llegaron visitas inesperadas y bueno.–suspiró haciendo una mueca.–Quítate el sostén.–dijo cambiando por completo el tema y enarqué una de mis cejas.

–¿Para qué quieres que me lo quite?.

–Quítatelo, te queda mejor así.–miré mi escote y a pesar de que no quería admitirlo él tenía razón, el sostén se notaba y se veía mal.

–Pero se me puede salir un pecho en plena cena.–Luke soltó una risita y se encogió de hombros.

–Sería un privilegio para todos en la mesa.–ronroneó y enarqué una de mis cejas.

–Bien, al rato me lo quito.

–Ahorita, que yo te vea.–exigió severo.

–Estas comenzando a cobrar tus favores, ¿no?.–asintió mordisqueándose el labio y sonrió con malicia.–Eres un puerco.–sentencié dejando el teléfono sobre mi escritorio apoyado de unos libros para mantenerlo estabilizado y que él pudiera ver lo que hacía.