Seré Fuerte [Vi x Caitlyn]

Salvar Piltóver o Morir en el Intento

Capítulo 25

Ambos movían su cola de forma errática y violenta.

Kevin tenía aún hileras de sangre formando caminos por su piel que se había tornado oscura por la reciente metamorfosis. No mostraba signos de dolor, lo único que mostraba eran ganas de matar a quien ya no le servía tener en sus manos, a Vi.

La demonio lo miraba con seriedad, las marcas entre sus cejas se notaban gruesas, pero con la sangre mucho más fría que de costumbre, a diferencia de Kevin que hervía por las consecuencias de la transformación y que apenas podía mantenerse quieto tras las ganas de romper huesos y tomar todo bajo su dominio.

Minutos antes, Vi había vuelto en sí misma tras los acalorados y desesperados movimientos y bofetadas de su ex compañero Thomson, habían servido para traerla a la realidad. Sin embargo, su despertar fue como la de un animal al que ya no sentía el efecto del dopaje por su cuerpo, por fin había salido de esa tormentosa ensoñación.

Tras volver en sí misma, la mujer abrió los ojos exasperada, mirando hacia todos lados que empeoraban su situación tras darse cuenta de que estaba en medio de una rebelión y locura envuelta por furia y desconcierto. Lo próximo que vio fue a Thomson, con una notable mirada y postura a la defensiva.

–Vi, soy Thomson –dijo el policía con cuidado, no quería ser una amenaza–. Estás a salvo, por ahora.

La mujer seguía observando hacia todos lados sin poder articular una palabra, el hombre no sabía si era por la conmoción o por otro motivo, por lo que enseguida habló.

–Estamos en la plaza frente a la comisaría.

Vi asintió, aun buscando algo por alrededor.

–Si buscas a la sheriff, ella está por allá con otra mujer.

La demonio dejó de buscar con la mirada para ahora hacer notar sus ojos amarillentos más demoniacos y enfadados de lo que habían estado, observando a Thomson. ¿Qué se supone que significa eso?

–La sheriff saltó hasta ella porque tenía su rifle, lo último que vi fue que cayó encima de ella por allá arriba. No sé qué ocurre, no logré observar bien. No es un buen momento para detenerme a mirar.

Si antes estaba enfadada, ahora estaba furiosa y quería romper el cráneo de esa supuesta mujer.

Antes de que Vi pudiera hacer algo descabellado, y por suerte de Thomson, Matt llegó hasta ella y la sostuvo fuertemente de los hombros y notó el descontrol apoderarse nuevamente de ella. La había visto despertar a unos cuantos metros de distancia y no dudó un segundo en ir hasta Vi.

–¡Cálmate, ahora! –ordenó Matt posando su frente sobre la de ella mientras seguía sujetándole los hombros. Sentía la respiración acelerada de la demonio sobre su rostro–. Mírame sólo a mí y concéntrate en lo que te voy a decir.

Vi asintió aún resentida, sabiendo que lo mejor era ponerse al tanto de la situación alrededor y no volver a cometer errores que le costaría una lastimosa y culposa conciencia.

Thomson estaba quieto sin entrometerse, estaba seguro de que Matt estaba de su lado a pesar de su calidad de delincuente. Solo esperaba un rápido actuar, no podrían estar por mucho tiempo quietos sin que recibieran pelea por el bando criminal.

–Lo único que te mantiene en la realidad de tus acciones es que puedas controlar tus emociones. Mira a Jasper –apuntó Matt. Vi siguió su dedo y lo encontró sobre el suelo con Sam entre sus brazos mientras le hablaba de la misma forma que Matt lo estaba haciendo con ella–. Para ustedes es difícil mantenerse en calma, no soy tan efectivo como Caitlyn lo puede ser –Vi enseguida lo miró–, pero necesito asegurarme de que puedas estabilizarte emocionalmente. Ese canalla abrió tus viejas heridas y te corrompió de la forma más cruel. No olvides la gran mujer que eres y de todo lo que has hecho por todos nosotros.