La segunda mejor cosa.

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Capítulo 11

Vi POV

Como ya se me había hecho común, me encontraba nuevamente en la aburrida comisaría. Estaba en el pasillo donde podía "trabajar" viendo algunos asuntos o simplemente reparando mis guanteletes, lo que más me gustaba hacer para evitar las pilas de documentos que Caitlyn me encargaba de vez en cuando y así hacer tiempo hasta que acabase mi jornada laboral. Siendo sincera llevaba todo el día sin hacer mucho, la responsable de mi distracción era ella, la dueña de mis pensamientos. Ella estaba en su oficina y no la había visto en todo el santo día debido a que se encontraba muy ocupada, me había comentado que tenía que entregar unos informes analizando la situación de seguridad en la ciudad, y hasta donde sabía, por suerte desde que comencé a formar parte de la fuerza policial los casos delictuales disminuyeron de forma notable, sin embargo, había una inquietud enorme con la aparición de Jinx y con el caso abierto que había con Kevin, lo cual no era menor y excesivamente preocupante.

Luego de la aparición de esa loca, no he dejado de pensar en que en algún sitio la había visto, y tampoco sabía para qué demonios me buscaba. Lo único que sé, es que ahora tengo que ir con más cuidado, o simplemente, romper cráneos y hacerme notar que soy bastante fuerte como para que logren atraparme, no la dejaré para nada fácil.

Además de eso, había otra cosa que me preocupaba. Lucy estaba enojada conmigo. Sé que le prometí entrenarla, y a decir verdad, odio prometer algo que no cumpliré, pero estaba bajo las órdenes de Cait, y aunque quisiera desobedecerla, tenía a dos hombres vigilándome, uno en la salida y otro que estaba frente a mi escritorio de trabajo, él también tenía un puesto y al parecer se veía concentrado. Tal vez pueda arreglármelas para salir de aquí e ir cuanto antes a visitar a la pequeña. ¡¿Pero qué demonios?! ¿Desde cuándo sentía tanto interés en una niña como ella? Tal vez me siento culpable, agh... Odio cuando pasa esto. Sé que por mi forma de ser muchas personas piensen que me desagradan los niños, pero es todo lo contrario. Me divierto un montón con ellos y aprovecho de enseñarles pequeñas cosas de vez en cuando, pero sólo a aquellos que realmente lo necesitan. Cuando era niña nunca tuve la ocasión de divertirme como debía ser, sufrí tanto que al menos no quiero que se repita en los mocosos que a veces voy a visitar.

Recuerdo cuando visité a Lucy el día siguiente de nuestro pequeño incidente. Le llevaba la cassata de helado y los dos chocolates de menta que le había prometido, por lo menos era algo de lo que podía cumplir. Cuando abrió la puerta, me miró con enfado y no lo recibió. Dave que estaba detrás de ella recogió los regalos y aprovechó de reírse en mi cara.

*FLASHBACK*

–Son igualitas, hasta ponen la misma cara cuando están enojadas –rió el calvo a la vez que me había invitado a pasar.

–¿Acaso quieres que te modifique la cara? –pregunté molesta.

–Extrañaba que me tratases como un terroncito de azúcar –me dedicó una sonrisa nerviosa mientras retrocedía lentamente.

–¿Cómo está tu hombro? –decidí cambiar de tema.

–Está como nuevo. Ya sabes... Tuve una hermosa cuidadora y sané más rápido de lo que creí, gracias a ella.

–¿Acaso estás... Enamorado de la...? –No alcancé a preguntar tras ver a Lucy quien no había parado de observarme con enfado. En seguida me acerqué y me arrodillé para estar a su altura–. Hey, perdóname por no poder estar aquí, pero tengo otros asuntos importantes que–

–¿Me dirás la misma excusa que mi mamá? No quiero oír más de lo mismo. ¡Ya vete!

Cuando la escuché sentí pena y agaché mi cabeza. Le iba a responder pero no me dio el tiempo, ya que se había echado a correr para subir las escaleras y desaparecer. Dave me notó decaída y caminó hacia mí, de cierta forma me hizo sentir mejor cuando depositó una mano en mi hombro.

Seré Fuerte [Vi x Caitlyn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora