El comienzo del fin

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Capítulo 22

Habían pasado nueve días desde que Caitlyn y los nuevos aliados decidieron ir por su objetivo y cumplir con el plan para rescatar a Vi y salvar la ciudad. Es cierto que tardaron en emprender rumbo, pero no podían dejar un pie afuera sin primero tener un refugio del caos que reinaban las calles, sin controlar los nuevos cambios de Jasper tras convertirse en demonio, Matt terminando de trabajar en algo en lo que no tenía idea de qué era, sin la valiosa información que disponía Scar para saber hacia dónde dirigirse, y mucho menos sin un plan pensado. Pero el tiempo se agotaba, y ellos lo sabían, así que el tic tac hacia cada vez más mella en el corazón de Caitlyn, cada segundo que pasaba se rompía en pedazos al saber que su fiel compañera de vida, la había salvado de las garras de ese patán, y eso que aún no era consciente por lo que estaba pasando Vi tras caer en sus manos.

Y allí estaban todos, dando pasos sigilosos, como sombras entre los callejones evitando formar parte de batallas innecesarias. Ellos querían destruir el corazón de la mansión de Kevin, luego podrían acabar con él, quien había logrado esparcir el terror en los delincuentes que se habían rendido ante su ejército, civiles que morían de miedo al escuchar su nombre y policías que continuaban luchando para preservar la paz de la ciudad.

Lograron avanzar kilómetros siguiendo todas las indicaciones e información que habían obtenido de Scar, por lo que Dave se encontraba a la cabecera de todo el grupo. Dave evitó a cualquier costo entrometerse en las peleas que aún continuaban entre los criminales de los barrios bajos y los encapuchados, que aún seguían peleando entre ellos para demostrar el poderío de sus armas y quién mandaba en los territorios. En un comienzo, la pelea entre ellos era pareja, pero con el pasar de los días, los delincuentes y luchadores poco a poco eran dominados por las fuerzas de Kevin, acabando con la posesión total del Ring al Aire Libre y otros territorios que eran desconocidos por la policía de Piltóver, cada vez más perdían terrenos, y poco a poco perdían las fuerzas, estaban siendo sometidos de la misma forma que los niños pequeños para formar parte del ejército si no querían perder la vida, un costo que aceptaban con tal de sobrevivir y seguir con la ley del más fuerte, para ellos era su única opción. Kevin estaba ganando contra los delincuentes de los barrios bajos y obtenía cada vez más poder, como siempre, tenía todo muy bien planeado.

Para Natasha todo era un completo huracán y desorden. Su cabeza estaba gacha tras observar el sometimiento de algunos de los compañeros que conocía, de aquellos que había visto crecer en los barrios y que asistían a las luchas ilegales del ring, le causaban angustia. Veía cómo uno a uno caía en manos de ese monstruo, pero ella no debía intervenir, tenía un objetivo que cumplir junto con Caitlyn, la persona con la que jamás pensó que tendría que colaborar y mucho menos que haya resultado para salvar la ciudad. Nunca pensó estar del mismo lado que el de los policías en pro de la justicia, jamás lo hubiera imaginado, pero ella había sido la de la idea de colaborar con la sheriff. Sin embargo, estaba más que dispuesta para dar su pecho y tener la frente en alto para rescatar a quien fue su más importante luchadora y parte de la familia, por lo que no se arrepentía estar contra de sus ideales criminales con tal de recuperar a Vi, el cariño que tenía por ella era mucho más grande, así que decidió tragar su orgullo y darle la mano a quien fácilmente podría meterla a la cárcel de por vida y apostar a acabar con toda esta rebelión.

En cuanto a Sam, ella estaba en todo momento al lado de Jasper. Sabía que para el demonio era difícil observar lo que ocurría a su alrededor sin perder la cordura, sobre todo por las constantes quejas de sentir pulsaciones taladrando su cráneo. Sin embargo, éste era capaz de aguantar, bastaban un par de caricias y una mirada a los ojos de su amada para concentrarse en su deber y seguir adelante. Cuánto agradecía él de contar con una mujer como ella. Si el demonio perdía la razón no sería por venganza y violencia, sería porque Sam le demostró con el amor más sincero que nunca lo abandonaría y que estaría para él, ya sea en sus peores o mejores momentos. Ella era su todo, se conocían desde que eran infantes, ambos pasaron por el disgusto de uno sobre el otro en su adolescencia en la que reinaban los celos y la negación de estar enamorados, hasta que finalmente, tuvieron que aceptarlo justo después de la salida de Vi del grupo, ambos se tenían sentimientos más allá que una amistad. Habían pasado tantas cosas juntos, que él no se imaginaba una vida sin ella, y para Sam era lo mismo, Jasper demonio o no, era por quien se había enamorado y eso no iba a cambiar por una metamorfosis inducida por un lunático psicótico. Su amor estaba intacto y se hacía cada más fuerte entre ambos.

Seré Fuerte [Vi x Caitlyn]Where stories live. Discover now