Seré Fuerte [Vi x Caitlyn]

Nueve días.

NOTA: El capítulo a continuación es fuerte, lee bajo tu responsabilidad. Se solicita discreción.

Capítulo 20

Caitlyn POV

Oh, por Dios. Siento como si un camión hubiera pasado encima de mí. Me cuesta enormemente abrir los ojos, estoy demasiado cansada como para hacerlo. Pese a ello, intento despertar de una buena vez. La cabeza me duele, no siento mis músculos y no tengo idea de dónde estoy. He estado por lo menos media hora intentando abrir los ojos pero el cansancio me gana cada vez que lo intento. Comienzo a desesperarme, mi cuerpo no responde y lo único que siento es un colchón debajo de mí. ¿En dónde rayos estoy?

–Hora de levantarse, princesa.

Los recuerdos vienen a mí. Tengo lagunas mentales de Dave y yo corriendo después de que Vi nos haya dado la oportunidad de huir, luego solo recuerdo tras escuchar la voz de Nat, verla antes de caer al suelo. Ahora siento cómo ella me levanta el cuerpo haciéndome sentar y ella permaneciendo sentada frente a mí.

–Hey, abre los ojos. No seas floja –vuelve a decir.

Intento hablar pero solo balbuceo torpemente.

–Vaya, la chica nunca se ha metido droga en ese bello cuerpo.

Por supuesto que no. No podría caer tan bajo como para hacerlo, además es ilegal. Está en contra de mis principios. He visto a gente que estropea su vida por solo inhalar o inyectarse esas cosas, de ninguna manera jugaría a probar con las drogas.

De pronto, un chorro de agua impacta contra mi cara e inmediatamente abro los ojos y respiro fuertemente por el sorpresivo ataque.

–¿Te pegó fuerte mi droga, eh? Es de la buena, hace dormir hasta a los caballos más salvajes, y bueno, a los demonios enfurecidos también –sonrió la pelinegra contenta de su gran hazaña y con el vaso vacío entre sus manos.

De repente, siento los músculos de mi rostro y me funciona la voz.

–¡¿Quién te crees que eres como para doparme?! –le reprendo furiosa. Tan solo si pudiera levantarme por mi propia cuenta sería más intimidante, pero apenas mis músculos están respondiendo y volviendo a la normalidad–. Y encima vienes y me lanzas agua.

–Hey, te salvé el culo –bufé rodando los ojos sin creer lo que me decía–. No, de hecho, LES salvé el culo a ti y a tu querido oficial.

–¿En serio te crees que tú nos salvaste? ¡La única persona a la que ahora le debo la vida es a Vi! Es más, tú también se la debes después de haberla abandonado. ¡Qué clase de persona eres!

–¡¿Acaso no viste las opciones que teníamos?! Me parecías más lista, detective.

Cómo se atreve a siquiera cuestionar mis estrategias. Siento la sangre correr por mis venas y de repente me sube rápidamente por la cabeza. Debo estar echando humos como un volcán en erupción.

–Kevin no es ningún novato. No es como los idiotas que has encarcelado, él está en una posición bastante diferente a los demás –volvió a hablar.

–Estoy al tanto de su expediente. Sé que no es cualquier criminal –escupo intentando mantenerme impasible. Algo bastante difícil contra esta mujer, no hallo el momento de esposarla y dejarla en una celda. Sin embargo, necesito pruebas contundentes, cualquier evidencia de peso para dejarla detrás de las rejas. Ya me gustaría ver si sigue así de arrogante en prisión.

–Nunca creí decir esto en toda mi jodida vida, pero debemos trabajar juntas si queremos que Vi salga con vida y tú puedas atrapar a Kevin, y claro, tú llevándote todo el crédito, aunque es suficiente para mí con que sepas que requeriste de mi ayuda, de la ayuda de delincuentes para hacer tu mediocre trabajo.