Dirección opuesta.

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Capítulo 9

La puerta se encontraba con seguro y todo el interior de la oficina se encontraba en desorden. Los documentos y la lapicera que estaban sobre el escritorio de la detective se cayeron de golpe. Caitlyn se sorprendió al darse cuenta que ahora ella estaba sentada sobre su mesa de trabajo sin oponer resistencia ante la mujer demandante que tenía en frente, la mujer responsable de los suspiros que le causaban.

–V-Vi –dijo sintiendo un cosquilleo en su cuello–, creo que es muy rápido.

–¿Quieres que me detenga? –susurró despacio en la oreja de su detective para luego morderla.

–Tenemos trabajo que hacer –respondió sujetando el cabello rosado con algo de fuerza al sentir sus dientes.

–Yo tengo un trabajo que hacer aquí, y es contigo –le miró sus ojos pidiéndole que se dejase llevar–. Relájate un poco, Cupcake.

Ambos labios decidieron volver a encontrarse, pero sonó la puerta con pequeños golpecitos. La pelirrosa no tuvo más opción que retroceder y darle espacio y tiempo para que la castaña se arreglase el vestido y atendiera la puerta.

Habían pasado dos semanas desde que se habían confesado. Vi aprovechaba cualquier instancia para acercarse a Caitlyn, tal y como lo hacía en este momento. Era una de las oportunidades que tenía, ya que el trabajo de dar seguridad a la ciudadanía reducían sus horas de estar juntas, pero no había nada que hacer, el deber las llamaba primero y las necesidades personales quedaban en segundo plano. Esto a veces impacientaba a la pelirrosa, pero lo que más le preocupaba no era simplemente eso, sino que había pasado tiempo en que Kevin no había movido ninguna pieza que atentase contra Piltóver, o más bien, contra ella. Sus pensamientos la comían viva tras ocultarle a Caitlyn lo que realmente había pasado esa noche junto con Dave, cuando querían secuestrarla y llevársela a la mansión del hermano menor del calvo. Aún no tenía idea de la razón por la que se la querían llevar, pero lo que menos entendía, era por qué él no había vuelto a aparecer desde ese entonces.

–Dave se encuentra mejor, pero aún necesita recuperar la movilidad de su hombro. Tal vez en un par de días pueda volver a la estación –le comentaba el oficial a la detective–. Su recuperación ha sido rápida gracias a los cuidados que le han dado.

–Gracias por los datos, ¿no hay ninguna otra novedad?

–Sí, Sheriff. Ya hemos patrullado la ciudad y no hemos visto casos delictuales. Ya registramos todo lo observado de las calles.

–Perfecto. Felicitaciones por su eficiencia, oficial. Aunque no se confíe por la tranquilidad que hay el día de hoy, es algo extraño que no suceda nada. Quédese en alerta. Por ahora puede retirarse –dicho esto último cerró la puerta.

El calvo recibió la orden de estar en completa recuperación en vez de seguir la vigilancia hacia Vi, por lo que ésta podía gozar de vez en cuando su libertad yendo a beber unos tragos tranquilamente por las noches en ausencia de Caitlyn, debido a que ésta siempre se quedaba hasta más tarde en la oficina haciendo los papeleos y demás quehaceres. Vi le había ofrecido ayuda, pero la Sheriff la rechazaba porque había algo que debía terminar ella misma, así que sin más opción, continuaba su noche en el bar al que asistía sin causar estragos.

La pelirrosa estaba sumida en estos pensamientos, luego fue sacada de su trance tras sentir unas manos tocando su rostro.

–¿Te sucede algo? –preguntó la morena.

–No pasa nada –contestó.

La Sheriff la seguía observando dudosa.

–Ah, es sólo que no hemos podido estar realmente juntas, y eso me inquieta un poco.

Seré Fuerte [Vi x Caitlyn]Where stories live. Discover now