Especial día de San Valentín.

3K 154 61
                                    

Capítulo 12

Estaba desesperada corriendo entre los callejones. Era de noche y mi adrenalina se encargaba de mover mis temblorosos pies, avanzaba tan rápido como podía. Mi respiración estaba insoportablemente agitada, pero mi vida pendía de un hilo en este momento, así que más me vale correr. Seguí corriendo, pasando por cada callejón, eran interminables, parecía ser un laberinto que nunca termina hasta que pude ver lo que me parecía una salida. Sonreí. Por fin mi peor miedo podía desaparecer, era una molesta luz, y que sin duda, atravesaría para salir para siempre de este maldito y oscuro lugar. Pero no, no era una salida. Era un callejón cuya luz me cegaba hasta lograr confundirme. Me desesperé cuando llegué hasta el muro que impedía mi perfecto escape. Golpeé fuertemente intentando romperla con mis temblorosas manos, pero no podía, lo único que lograba era herir mis nudillos, más de lo que ya estaba; estaban manchados con mi propia sangre. Miré para todos lados buscando alguna alternativa pero ni siquiera tenía opción de escalar la muralla, era demasiado alto y no tenía de dónde sujetarme, estaba jodidamente acabada. No quería rendirme, pero sentía pasos calmados detrás de mí. Giré mi rostro para observar a la persona que me había acorralado, de la persona de la que quería escapar y nunca volver a ver.

–¿Me extrañabas, Vi? –dijo cada vez más cerca de mí.

Me apoyé en el muro, como queriendo que me tragase. Miré mis manos, y eran tan pequeñas. Era una niña, una niña que poco podía hacer ante la tenebrosa mirada que recibía.

Se acercó cada vez más hasta que me agarró de las muñecas, dejándolas a cada costado de mi cabeza imposibilitando que las utilizara para defenderme. Intenté patear, pero su cuerpo estaba sobre el mío.

Amarró mis manos con unas esposas oxidadas. Mis ojos lagrimeaban y observé cómo sacó una jeringa con una de las agujas que más temía.

Esa inyección sabía para qué funcionaba.

Por favor, esa inyección otra vez no.

–Volverás a estar bajo mis órdenes me dijo sujetándome con más fuerza.

Sentí el pinchazo. Sentí cómo la aguja se clavó sobre mi cuello. Sentí el dolor cuando la sustancia asquerosa invadía mi cuerpo y cómo mis músculos respondían a esto.

Cerré mis ojos ante el dolor, chillaba como la pequeña niña que era. Estaba sola, solo pedía al cielo que por favor alguien me viese. De pronto la vi a ella. Cómo no identificar ese sombrero de copa. Un hilo de esperanza se formó en mí al verla, algo me decía que no era momento de rendirse.

–¡Caitlyn! ¡Caitlyn! –grité como pude.

–¡No te va a escuchar! –me gritó en el oído sonriendo macabramente.

Seguí removiéndome bruscamente por salir de sus brazos, tenía que ver que al menos estuviera bien, o que al menos se diera cuenta de lo que me pasaba. Sin embargo, como siempre, la suerte nunca ha estado de mi lado, y la poca esperanza que tenía, se esfumó. Pude ver cómo la atrapaban. Alguien se lanzó sobre ella y yo me paralicé. Mis ojos se abrieron al igual que mi boca, por un momento no pude respirar. Le estaban haciendo daño. Esto no podía estar pasando.

–¡Caitlyn! ¡Déjala bastardo! exclamé intentando golpearle a patadas, pero era en vano. Su risa maldita me reducía–. ¡Te mataré, Kevin! ¡Juro que te mataré!

–Cállate y observa cómo se pudre –me apretó ambas mejillas dirigiendo mi mirada hacia ella.

La inyección estaba haciendo efecto. Perdía la consciencia sobre mí. Tenía terror a esto y a lo que pudiera pasar. Mi cuerpo se estaría moviendo sin que yo lo ordenase. La consciencia no se me iba del todo, mis pensamientos aún seguían intactos pero mis movimientos no eran propios de mí. Es como estar encerrada, ver algo y no poder hacer nada al respecto. Me siento demasiado inútil para no tener control sobre mí misma.

Seré Fuerte [Vi x Caitlyn]Where stories live. Discover now