15.

18.5K 907 118
                                    

Capítulo 15.

Niall.

Honestamente, jamás creí que desde mis labios saldría aquella petición silenciosa que mi mente formuló. Pero es que esta chica me ha pillado con la guardia baja, no puede decirme que se irá a casa dentro de dos días, no cuando en mi mente hice un esquema de lo que podríamos hacer durante varios días aquí en Los Ángeles para conocerla mejor.

-¿No quieres que me vaya? —Me pregunta y sus mejillas se tornan de un sutil color carmesí, haciéndola ver muy tierna.

-Es que... —Joder, no sé que decir, incluso mis mejillas las siento un poco acaloradas. —No creí que te irías tan pronto. —Digo sintiéndome tan estúpido.

Ella sonríe levemente.

-Lo que pasa es que, los organizadores del concurso compraron los pasajes para nuestro retorno. Ellos han auspiciado este viaje... Lo que quiero decir es que, no puedo quedarme porque no sabría como volver después a casa, mamá no pagará... —Ella se detiene abruptamente. —Lo siento. —Agrega sintiéndose realmente afectada por esto, puedo notar que no desea marcharse.

-Puedo pagar yo aquellos pasajes. —Digo.

Nuevamente las palabras salen tan rápido de mi boca que no puedo frenarlas. Magdalena me observa con esos hermosos ojos castaños que posee, tan grandes y llenos de preguntas.
Deseo acercarme, mis manos pican por tocar su mejilla, pero hacerlo solo la haría sentir incómoda.

-¿Porque quieres hacer eso? —Me pregunta confundida, pero no menos avergonzada.

Me ofende un poco su pregunta, a estas alturas debería darse cuenta que me gusta.

-Porque quiero continuar viendo tus lindos ojos. —Digo sabiendo que se sonrojara.

Y efectivamente es lo que sucede. Sus mejillas una vez más vuelven a estar color carmesí, lo que me gusta bastante. Eso dice mucho sobre ella, y es que no está acostumbrada a recibir halagos.

-Ey, no digas eso. —Me dice apenas en un murmullo. —Me has echo sonrojar.

-Lo sé. —Respondo y ella me sonríe un tanto tímida.

-¿Ellos saben que estás aquí conmigo? —Me pregunta cambiando rápidamente de tema.

-Solo Liam. —Digo y sus ojos se abren demasiado. —En realidad, es el único al cual le conté de ti.

-¿Le hablaste de mi? —Me pregunta con asombro.

-Sí. —Admito y esta vez soy yo quien tiene las mejillas sonrojadas.

-Oh. —Susurra.

-Anoche me reí bastante con tus mensajes de incredulidad. —Le digo y ella sonríe.

-Lo siento, es solo que esto es... No sé cómo explicarlo. No todos los días te habla alguien famoso. —Me dice y no puedo evitar sonreír.

-Por un segundo creí que ibas a bloquear mi número.

Ella se ríe.

-Pensé en hacerlo, incluso hasta cuando vi el Nissan creí que era una broma de mal gusto. —Confieza.

-Pero ahora ya sabes que no fue una broma, que estoy aquí, pidiéndote quedar un tiempo. —Le digo y su sonrisa desaparece. —Muy pronto debemos volver a Londres, me gustaría que vinieras.

Estoy perdido. Ya no hay marcha atrás, esta chica me tiene completamente cautivado, ya no sé qué mas decirle para que no se vaya tan pronto.

-Niall, yo no quería hacer esta pregunta porque incluso pensarla me da mucha vergüenza. —Me dice. —Pero tengo que hacerla porque osino moriré con la intriga.

-Por supuesto, puedes preguntarme lo que sea.

-¿Cuáles son tus intensiones conmigo? —Pregunta apenas en un susurro. —Lo que me estás pidiendo es algo difícil, incluso hablarlo con mamá sería una pérdida de tiempo, ella jamás me dejaría ir.

-Magdalena... —murmuro no muy bien por donde comenzar. —Es difícil para mí decirte que me ocurre contigo, sé que cuando te vi el día de ayer, me dije que debía obtener tu número porque me sentí realmente cautivado por ti, y ahora quiero conocerte más. —Le explico y ella me mira con incredulidad, quizás creyendo que pronto saldrá la cámara oculta. —Sé que no me crees pero es la verdad, si tu quieres... —Estoy diciéndole cuando veo a unos tipos con cámaras fotográficas.

-¿Si yo quiero que? —Me pregunta.

Mierda, esto es lo último que me faltaba.

-¿Puedes venir conmigo?, Tomaré tu mano y me seguirás, no me preguntes porqué, solo confía en mi. —Le pido y sin esperar respuesta tomo su mano y comienzo a caminar lejos de donde están los paparazzis.

Avanzo hacia el interior del jardín botánico. Magda se mantiene en silencio mientras me sigue dando grandes zancadas para seguir mi acelerado paso.
Detesto todo esto, detesto a estos imbéciles que no me permiten tener una vida normal.

-¿Adónde vamos? —Me pregunta ella cuando me detengo detrás de unos enormes árboles, escondiendonos, como si estuviéramos haciendo algo malo. Joder, que impotencia más grande.

-Paparazzis. —Digo y ella abre su boca con sorpresa.

-¿Están cerca de aquí?

-Creo que los he perdido. —Digo mirando en todas las direcciones.

-¿Está mal que nos vean juntos?

-No está mal magdalena, lo que está mal es que cuelgan esas fotografías en la Internet, provocando un enorme alboroto. —Me quejo.

-Lo siento mucho. —Me dice yo le sonrío.

Ella está frente a mi alzando su rostro para mirarme. No había sido consciente de que mi mano aún sostiene la suya, y para ser sincero, no tengo intensiones de soltarla.

-No debes disculparte. —Le pido. —¿Sabes que haré? Hablaré con tu madre personalmente, le pediré su permiso para que puedas quedarte conmigo.

Sí, es exactamente lo que haré.

𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐒𝐔𝐄Ñ𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora