2.

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Capítulo 2.

Cuando despierto estoy sentada en el sofá. Mamá está a mi lado y me mira con preocupación, ya que no es normal verme desmayada por algo así, pero la emoción es tan grande que vuelvo a llorar.

-¿Realmente gané mamá?¿No es un sueño? —Le pregunto y ella sonríe.

-No mi amor, has ganado.

Ella vuelve a darme un abrazo, y luego me pongo de pie. Mi teléfono comienza a sonar y rápidamente contesto, son las personas de la emisora radial.
Intento ignorar mis manos temblorosas y el nudo en la garganta cuando me confirman que he ganado.
Me cuentan que dentro de un mes será el viaje, y que me enviaran un correo electrónico dando todas las indicaciones y lo que necesito para realizar el viaje.

Después de cortar me dejo caer en el sofá con una enorme sonrisa en los labios. Las lágrimas que derramo ahora son de felicidad.
Cuando papá y mi hermano se enteren, no lo podrán creer, ellos más que nadie saben la mala suerte que tengo, creerán que es una broma.

Y efectivamente no me equivoco cuando aparecen durante la tarde. Papá está incrédulo, y mi hermano también. Si no fuera porque mamá les habla seriamente, jamás creerían en mis palabras.
Al final, recibo una abrazo de cada uno acompañado con unas felicitaciones por haber ganado algo una vez en la vida.

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Un mes después.

Jamás creí que los días podían transcurrir tan lentos, supongo que cuando esperas algo con todo tu corazón es así.
Pero gracias al cielo, el gran día a llegado. Aún es difícil para mí poder asimilar que he ganado, mientras no esté en ese avión, aún creeré que vivo parte de un sueño al que me niego en despertar.

Mamá está histérica paseándose de una habitación a otra, terminando de armar su maleta y después ayudándome con la mía.
En pocos minutos el transporte vendrá por nosotras para llevarnos al aeropuerto.
Mientras tanto, papá y mi hermano nos observan con tristeza, ya que es la primera vez que no estaremos en casa por un largo tiempo. También me siento triste al alejarme, pero sólo volver a pensar hacia dónde me dirijo esa tristeza se convierte en alegría.

Cuando el transporte llega por nosotras haciendo sonar la bocina, sabemos que es hora de marcharnos. Nos despedimos de nuestra familia prometiendoles que volveremos sanas y salvas.
Afuera el chófer nos ayuda a guardar nuestras maletas y luego nos subimos en ésta.

Lo primero que veo es a una chica delgada, de unos grandes ojos verdes y una cabellera larga y rubia. Es Ignacia, la otra chica que ganó.
Todas nos saludamos y nos acomodamos en los asientos.

Al principio no sé de qué hablar con ella, no soy muy buena socializando con las personas, pero cuando ella me pregunta como me siento, poco a poco los nervios desaparecen de mi interior.
Mi madre por supuesto es todo lo contrario a mi, ella habla con la madre de Ignacia como si se conocieran de toda la vida.

El trayecto hasta el aeropuerto dura al menos unos 45 minutos. Al llegar podemos ver a los organizadores del concurso, ellos viajarán con nosotras, y serán los encargados de sacar las fotografías que colgarán más tarde en las redes sociales.

Todo es realmente un sueño para mi, después de un mes de espera soy consciente de que estamos viajando fuera del país, y que mi sueño se está haciendo realidad. Mientras caminamos por los pasillos del aeropuerto, puedo ver el rostro de Ignacia tan emocionada como yo.

𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐒𝐔𝐄Ñ𝐎 𝐀 𝐋𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀𝐃 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora