C12- Eres el mismo cobarde

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Tyler

Estaba a punto de explotar, todas mis terminaciones nerviosas desprendían rabia y tensión.
Lo tenía todo bajo control, la avisé de que no apareciera por aquí, pero no es capaz de no contradecirme ni una sola vez y eso me está volviendo loco.

Tenía los nudillos ardiendo por el dolor cuando dejé a Abby plantada en un apartadero en medio del pasillo. Si seguía frente a ella no sé si iba a ser capaz de controlarme.
Aquel vestido negro le quedaba como un guante, el tejido se ceñía a su cuerpo resaltando sus curvas. Maldita sea, no podía parar de pensar en lo que me gustaría quitárselo y eso me reconcomía todavía más, porque me hacía recordar quién era su novio. Así que me obligué a no cometer una estupidez y volví a la barra del bar, donde pedí un chupito de tequila y lo ingerí sin pensarlo.
El alcohol quemó mi garganta y después sentí arder mi estómago. Era lo que necesitaba para distraerme.

Estaba a punto de perder todo, ese capullo de Colin me la había jugado, quería partirle la cara, controlarme a ello no iba a ser fácil. En cambio, tenía que sacar algo de todo esto.

La apuesta estaba a escasos minutos de empezar y sabía que Coleman ya estaría en la sala, frotándose las manos celebrando victoria. Por lo que fui hasta allí y no dudé en encararle.

—Coleman —nombro con aspereza y odio —pondré sobre la mesa las escrituras del salón de Jo, pero la chica se queda fuera de todo esto —digo a prisa, asegurándome de que estamos solos.

Este, soltó una carcajada irritante.

—¿Qué te hace pensar que es eso lo que quiero? —inquiere retador a la vez que interesado en mi respuesta.

Rodea la mesa situada en el centro y queda frente a mí para a continuación ofrecerme un cigarrillo que saca del bolsillo de su chaqueta. No quería nada que proviniese de él. Lo rechazo.

—Lo quieres —me atengo a decir cuando la llama del mechero se enciende frente a mí.

—Estás cayendo muy bajo Johnson. ¿Apuestas todo lo que tienes por esa chica? nunca te ha importado a quién te llevas por delante —asegura antes de dar una calada al cigarro.

Mis palmas se han vuelto puños, Coleman sabe como tocarme las narices.

—¿Lo tomas o lo dejas? —soy capaz de decir.
Siento como mi mandíbula se tensa y como mis ojos serían capaz de echar fuego.

El salón de Jo, también conocido como el salón Johnson fue lo poco que mi padre se dignó a dejarme cuando desapareció yéndose a la otra punta del país o mejor dicho, lo que cogí prestado en su larga ausencia.
Durante años ha sido mi distracción, donde pasar el tiempo y desahogarme. Y todo por su culpa.

—Bien, juguemos —acepta con una sonrisa entre sus labios que me encantaría borrar.

Ya puedo imaginar la cara que pondrá Colin cuando se entere de que las cosas no han salido como quería.

+++

Tres reyes y dos ases, esas eran exactamente las cartas que plantó Coleman en la mesa cuando cerró partida. Definitivamente el cupier estaba bien pagado.
En comparación, yo no tenía más que un trio de reinas.
Tiré las cartas sobre la mesa y me levanté de la silla hecho una furia.
Lo había perdido todo.

A mis espaldas se encontraban Darcy, Garret, algunos más integrantes del grupo y Abby que no me quitó la mirada de encima desde que entró por la puerta. Parecía asustada, desconcertada y el brillo de sus ojos expresaban lamentación.

—Un año más vuelvo a ganar. Parece que la suerte está de mi parte —se recochinea Coleman.
—Desde este momento no pondrás un solo pie en el salón de Jo —amenaza resguardado por los suyos.

Le miré fijamente y fue capaz de decirme aquello sin siquiera pestañear. Pretendía buscarme las cosquillas y que comenzara algo que no tendría un buen final para ningún presente de la sala.

—Que te jodan Coleman —repuse.

—¿Qué pensaría de ti tu padre al ver como fracasas?.

—No sigas por ahí —advertí antes de que pudiese seguir hablando.

Garret me agarra de los hombros.

—Tyler, no merece la pena —me susurra Garret en un modo de tranquilizarme.

Pasa el brazo por encima de estos y me dirige hacia la puerta para salir de allí. Para terminar aquella noche que iba a conseguir sacar lo peor de mí.

—Eres el mismo cobarde. De tal palo, tal astilla —añade Coleman y es lo necesario para encontrarme.

Di media vuelta y me abalancé sobre él. Le golpeé en el estomago y a continuación en el ojo derecho. Del mismo modo, recibí un puñetazo en el labio y no pasó mucho tiempo cuando empecé a saborear la sangre.
La sala pareció volverse un ring de lucha, quedarse de brazos cruzados no era una opción. Había golpes por todos lados.
Peleas como esta las vivía de seguido y desde que aprendí a pelear no me había echado atrás ni una sola vez, hasta ahora. Abby cayó al suelo cuando recibió un golpe en la espalda y salir de allí se volvió necesidad. No me quedaría a ver como terminaba.

Darcy la levantó del suelo y las indiqué que salieran del edificio. La tiré las llaves de mi coche y le faltó tiempo para correr.
Tras ellas, salimos seguidamente Garret y yo habiendo dejado a un par de tipos en el suelo.
Una vez en el parking, subimos al coche, cogí con fuerza el volante y usé como se debía un cuatro por cuatro.

—¿Estáis bien? —se preocupó Garret, volviéndose hacia atrás.

—Sí —respondió Darcy fatigada.

Abby se limitó a asentir al percibir que la miraba interrogante por el espejo retrovisor.

—¿Y ahora qué? —inquirió Darcy desde la parte trasera.

—Volvemos a casa, todos necesitamos descansar —fue lo más coherente que podía haber dicho en un momento así.

Apenas me quedaban fuerzas para mantenerme en pie. Después de lo ocurrido no sabía muy bien lo que haría desde este momento. Mis sentimientos daban tumbos constantes, la chica que estaba sentada tras de mí me estaba causando más estragos de los que podía haber pensado.

+++

Después de dejar a Darcy y a Garret en su casa, hice lo mismo con Abby.
Paré el coche frente a su casa y dejé que se fuera sin decir una sola palabra. Pero no lo hizo y claramente no estaba esperando a que yo le abriera la puerta. Estaba pensativa, con la mirada perdida en algún punto del exterior.

—Tyler, lo siento... —se disculpó plantada en el asiento.

Estaba cabreado, con ella, con mi padre y con la estúpida noche en general. Un lo siento no iba a ser suficiente, por lo menos no por hoy.

Al cabo de unos segundo terminó entendiendo mi silencio sepulcral, abrió la puerta y se apeó del coche.
En cuanto se alejó lo suficiente, aceleré calle abajo provocando que las ruedas chirriaran en el asfalto. No tenía ni idea de donde iría, pero desde luego que no me quedaría en casa.

-*-

¡¡Holaa personitas preciosas!! , ¿cómo estáis? Espero que genial.
Por aquí os dejo un nuevo capítulo de la novela , narrado desde el punto de vista de Tyler.
¿Os gustarían más capítulos narrados por Tyler?

Deseo que os guste y lo disfrutéis.
Muchisimas gracias por los votos , comentarios , lecturas y apoyo. ¡Sois geniales!

El próximo viernes me tendréis de vuelta. ¡Besitooos!

Myriam

The Bad BoyWhere stories live. Discover now