C6- Es cosa mía

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Limpio las comisuras de mis labios con la servilleta de tela, dando sutiles golpecitos.
Todo estaba delicioso, pero creo que no sería capaz de meter ni un solo bocado más a mi estómago.
Miro mi reflejo en la cristalera, asegurándome de que no queda rastro de la porción de tarta de chocolate que acabo de comerme cuando, los faros de un coche parpadean cegándome.

Me pregunto quién será el idiota que no tiene nada mejor que hacer.
Parpadeo un par de veces con la intención de dejar de ver las chispitas naranjas que ha causado la fuerte luz y, cruzo la mirada con un cuerpo muy familiar. Tejanos azules, sudadera roja, tez morena, pelo rubio perfectamente peinado hacia atrás y el tatuaje de un dragón visible en la mano derecha. Es Colin, que sonríe al verme.

Colin es el hijo mayor de Jack, hace un par de años atrás, le veía por los pasillos del instituto. Hasta que se graduó y se matriculó en la universidad. Desde entonces solo le he visto en fotos familiares que mamá me ha enseñado del perfil de facebook.
Recuerdo que su nombre era de los más sonados en el instituto, todas las chicas suspiraban por él y me envidiaban cuando me dedicaba su tiempo o simplemente una sonrisa.

Las horas han pasado lentas , muy lentas. Mamá y Jack no han parado de brindar en toda la noche, celebrando algo de lo que Connor y yo no formábamos parte. Y han terminado embriagados hasta tal punto que, Jack ha tenido que llamar a Colin para que viniera a recogernos.

—Os espero fuera, Colin ya está aquí —digo empujando la silla hacia atrás.

—Yo también —me sigue Connor.

—No, tu aquí sentado hasta que paguemos la cuenta —ordena mi madre dando un toquecito en la mesa con el dedo.

—Pero mamá... —rechista mi hermano dejando caer los hombros.

—Pero nada —zanja mamá con la mínima amabilidad.

Cuando me pongo la chaqueta, hago el mismo recorrido que he hecho para entrar. Zigzagueo las mesas despidiéndome de algunos de los trabajadores y termino saliendo del restaurante, recibiendo un golpe de frío cortante que me tersa la cara al instante.

—¿Qué están viendo mis ojos? ¿Abby Collins? —pregunta divertido Colin al verme.

—La misma y en directo —asiento de la misma manera adelantando algunos pasos.

—¿Cómo has crecido tanto? No te recordaba... —me hace un chequeo de arriba a abajo —así —me señala con las palmas hacia arriba.

—Han pasado casi dos años desde que te fuiste a la universidad.
¿Que haces aquí? —inquiero.

—Los universitarios tenemos la ventaja de empezar las clases más tarde y, después de un verano en Las Vegas he decidido volver a casa unos días —dice sin importancia al meterse las manos en los bolsillos del pantalón. Como si su viaje fuese algo de lo más normal.

—¡¿Las vegas?!, ¿qué hacías tu por ahí?

—Ya sabes lo que dicen... lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas —se encoje de hombros, misterioso, sin darle mucha más vuelta.

—Detesto tu manía de hacerte el interesante —refunfuño frunciendo el ceño.

—Y eso es justo lo que te hace especial —esboza una pícara sonrisa y acaricia mi barbilla fugazmente, elevándome el rostro levemente.

—¡Colin! —grita mamá exaltándonos, haciéndonos dejar la conversación.

—Hola Señora Collins —saluda Colin de inmediato —¿que tal chavalín? —choca la mano con Connor.

Le golpeo con el codo y le fulmino con la mirada cuando pronuncia el apellido de mi padre. Pero a mamá parece no afectarle y es algo que me deja boquiabierta. Cada vez que escucha el apellido de papá se vuelve loca. Por eso no soporta al director Rowling, no soporta la manera en la que se dirige a ella. Y no ver como su sonrisa se desvanece me confunde, la única explicación lógica es, que ha bebido copas de más. Es por eso que Colin está aquí, es por eso que no ha dejado de reírse por los chistes malos que lleva contando Jack toda la noche, y es por eso por lo que se ha tirado a los brazos de Colin. No ha sido para abrazarle, ha sido en reacción a la desestabilización de su cuerpo sobre los tacones.

The Bad BoyWhere stories live. Discover now