Capítulo 39

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La ira puede ser precipitada y repentina, además de incontrolable en el caso de llegar al punto donde sentimos que hemos perdido el control de nuestro cuerpo y también de nuestra mente. Misma ira que reflejaban las venas marcadas en las manos de Camila y las uñas arañando la caja musical de madera. Sin embargo, el tic en su pierna izquierda y los dientes clavados sobre su labio inferior, parecían ser también insuficientes.

George, quien conducía más lento de lo normal, la miraba de vez en cuando por el retrovisor. Sabía perfectamente que estaba enfadada, no era la primera vez que la había visto con dicha expresión, pero no estaba seguro de si esa era la más intensa. No obstante, su valentía lo animó a preguntar.

-  "¿Quieres que pare antes de llegar?" dijo, una vez se detuvieron en un semáforo.

-  "¿Para qué?" preguntó de vuelta, sin mirarlo.

-    "Por si lo necesitas" respondió sincero.

-   "No" negó antes de volver a morder su labio inferior rojizo a causa de la intensidad de sus mordidas.

Soltando el aire de forma pesada, George se limitó a encogerse levemente de hombros y seguir su camino hacia el club donde se encontraba la chica de penetrantes ojos verdes. Misma que sostenía el móvil entre sus manos mientras reía en alto junto a Shannon y Flor tras un comentario en referencia a uno de sus profesores del Golden Eagle.

-  "¿Cuándo fue eso? ¿En séptimo?" volvió a reír la castaña.

-  "Creo que esta cerveza me está subiendo porque realmente no tiene tanta gracia" comentó Lauren, dándole aun así otro trago al botellín.

-  "No seas sosa, Scott" le golpeó levemente el brazo su compañera latina de Softball.

La conversación siguió su curso al igual que las siguientes cervezas que acompañaron la mesa en la tercera ronda, sin embargo, sus palabras se vieron interrumpidas en el momento en el que su móvil vibró y la pantalla se iluminó mostrando un mensaje de Camila.

-  "Ahora vuelvo" dijo mientras se levantaba torpemente de la silla. "Karla está fuera"

-  "Vamos, que te vas ya" replicó Shannon, dándole otro trago a su cerveza.

-  "No, al revés" elevó su móvil para comprobarlo. "Dice que tiene que volver a su casa pronto, pero que quiere verme" se encogió de hombros.

-  "Qué asco, vomito" exageró la castaña.

-  "Te esperamos aquí" rio Flor González.

Sin sospechar lo más mínimo de aquel mensaje, donde, en otras ebrias circunstancias habría levantado sospechas, se colocó su chaqueta negra y caminó hacia el exterior del club regalándole una sonrisa al portero antes de salir. Manteniendo la expresión en su rostro, miró hacia los lados, observando la furgoneta de George aparcada en doble fila con los cuatro intermitentes puestos.

Feliz, caminó hacia el vehículo mientras la latina la observaba a la vez que dejaba la caja musical a un lado y guardaba su foto de pequeña en el bolsillo del chaquetón que llevaba, a causa de la fresca brisca. Soltando una risa irónica, bajó de la furgoneta ignorando los pequeños golpes de Lauren contra el cristal.

-  "¡Hola!" la saludó con intensidad, una vez tuvo a la latina en frente. "Qué guapa estás" sonrió aún más.

-  "¿Estás borracha?" le preguntó, aunque fuese obvio. Necesitaba controlarse pensando en otra cosa.

-  "Solo un poquito" hizo el gesto con sus dedos índice y pulgar.

- "Vamos ahí atrás antes de que te vea algún policía y te pregunte cuántos años tienes" respondió Camila en forma de excusa y realidad al mismo tiempo.

Incondicional | Camren FanficWhere stories live. Discover now