11. Debajo de las ollas

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Kelsey

Mi vida no era un cuento de hadas, claro que no. Por lo cual no desperté por los rayos del sol acariciando mi rostro, los pájaros cantando en la ventana, tampoco sonreí y estiré mis brazos de forma perezosa. Desperté gracias a un chapuzón de una cubeta llena de agua.

—¡CAMERON VOY A MATARTE!- grité a todo pulmón arrojando mis cobijas a quien sabe dónde y comenzando a perseguir la risa del idiota de mi mejor amigo por todo mi departamento. Me detuve lentamente cuando vi a Alissa, Nash, Sammy y Taylor sentados en la cocina comiendo mi pastel de anoche. —¿Es eso pastel de ayer?- pregunta sintiendo como mi estomago rugía en pedido de ser alimentado. Me senté rápidamente cuando estos asintieron al mismo tiempo.

—¿Tan rápido olvidaste que te lance una cubeta de agua?- pregunta divertido Cameron llegando a mi lado lentamente. Lo miro con ojos entrecerrados matándolo con la mirada.

Bo, bero tenbo hambre.- murmuro con la boca llena. Cameron ríe junto con los demás en la mesa. —Sabes que te la cobraré Cam. Quien ríe al último, ríe mejor.- musité y el mi miro con los ojos bien abiertos. Todos en la mesa ríen.

—Hey, buenos días.- dice Nash acercándose a mi lado. Besa tiernamente mi mejilla y sonrío.

—HOLA AMIGOS. ¿USTEDES SON PAREJA?- pregunta Alissa con Sammy a su lado simulando tener un micrófono y él otro ser su camarógrafo.

—No, no te me acerques por favor.- digo seria siguiendo el chiste. Los chicos ríen de nuevo aunque no entendían nuestra broma. —Liss, ¿me acompañas? Tengo que ir a la peluquería.

—Por favor no me digas que vas a teñirte.- pide Tay. Me encongo de hombros divertida. —¿¡Puedo elegir el color!?- chilla emocionado. Asiento. —ROSA.

—BIEN. ¡Liss vámonos!

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Un grito fue lo único que se habrá escuchado en el kilómetro cuadrado alrededor de la peluquería.

—¡ERES UNA FRUTILLA!- chilla Alissa acercándose con su cámara de vlogs. Yo sonrío feliz, al parecer habían hecho un buen trabajo. —Miren chicos, ella es mi bestie que ahora se llama la frutillita.- habla y reímos.

Ella también ha tomado un turno, pero no se tiñó a lo loco como yo, solo se retocó el rubio. Lo más arriesgado que ha hecho es teñirse de violeta para Coachella. Además que fue temporal, es una debilucha. Ambas salimos del salón de belleza y di la idea de tomar un helado. Pues en LA ya hacía calor puesto que empezaba la primavera. Al fin, odiaba el frío. ¡No me dejaba disfrutar el sol!

—¿Qué sabor quieres?- pregunta Liss mirando más allá de los empleados, específicamente la lista de sabores. —Yo elegiré una bola de açaí.- decide.

—Yo quiero una de frutilla.- pido amablemente. Aceptamos nuestros helados y nos miramos mutuamente.

—Bien, esto es algo irónico.- digo mirando nuestros helados. Ella ha elegido un sabor de color violeta, que casualmente es su apellido y yo uno rosa que combina con mi pelo. Ambas soltamos carcajadas al pillar nuestras ideas. Caminamos gracias a Dios tranquilamente por las calles primaverales de LA, agradezco porque tengo una amiga tan famosa que la persiguen los paparazzis.

Debe sentirse bien.

Mi móvil suena indicando una llamada y le hago una seña a Liss que espere porque me estaba hablando sobre un viaje. Veo el identificador y es Nash. Mi corazón palpita rápidamente en mi pecho.

—Hey.- saludo casualmente, claro, como si no me estuviese muriendo por dentro.

—Tu apartamento. Ahora. Debajo de las ollas.- dice y corta. Ahre que. Miro extrañada a la rubia y ella se encoge de hombros.

—Es raro, solo hazle caso.- dice. —Ve, tengo que hablar con Rice y Ricky sobre algo. Suerte.- dice y se monta en su camioneta que su novio le regaló.

Debe sentirse bien.

Hago caso y pido un Uber que llega al cabo de unos minutos. Al llegar a mi departamento tiro la mochila que traía en cualquier lugar, chillo cuando veo a Cameron tirado en el sofá. Ya no me sorprende el hecho de que todos vivan en mi casa.

—¿No tienes casa o qué?- digo y camino hacia la cocina. Lo miro a través de la pequeña ventana que daba a la sala, estaba tirado en shorts deportivos comiendo una caja de cereal frooty loops, viendo un documental el netflix.

—Sí tengo, pero me aburro allí.- dice simple y se mete otro puñado de cereal en la boca. Abro todas las alacenas posibles buscando las malditas ollas, ¿donde las dejo mi madre? —¿Acaso sabías que los pingüinos buscan una roca especial y se las dan a su pareja? ¡Es tan tierno!- rio por el tono de voz que lo ha dicho.

Al fin encuentro las ollas del demonio y hago ruido metiendo mi mano y buscando algo debajo de ellas. ni siquiera se que estaba buscando. Mi mano toca un papel y lo saco.

"Tu habitación. El fondo derecho de tu armario"

¿Qué? Gracias Nash por confundirme la vida. Corro a mi habitación para entrar en mi armario, noto que en el fondo hay una bolsa que parecía traer algo dentro, como una prenda de ropa. La saco para observarla y tiene otra nota pegada. Era una dirección.

"Calle 3528. 8pm. Usa esto ;)
Tenemos una cita
-Nash"

Abro la bolsa y casi me caigo de espaldas. Era un vestido precioso, rosa de seda, con tirantes y pegada al cuerpo. También habían unos tacones negros stilettos.

Este chico quiere matarme.











[...]

PERDÓN POR EL CAPÍTULO TAN KAKA Y CORTO. PERO NASH Y LA QUELSI TENDRÁN UNA CITAAAA. prometo que el próximo será mejor.

no hay preguntas bc no se que preguntar

atte: -geniall ❤️

𝗯𝗿𝗼𝗸𝗲𝗻 𝘀𝘁𝗮𝗿 » old magconTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon