Capítulo 72

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Los Angeles, California. Estados Unidos.

     —¡No, no, no, no!— grito Liliana cuando Oliver la tomo de la cintura, un segundo más tarde esaaban dentro de la alberca —¡Esta fría, imbécil!

     —¡Oh, Lili!— exclamó Oliver con indignación —Aquí hay niños, ese vocabulario.

     —Imbécil— movió la mano arrojandole agua —Esta frío, joder.

     Oliver la miro salir de la alberca, peoo Valery le tomo la mano, y la arrastro con ella a los toboganes, detrás de ellas iba Adriana, mientras que Aurora jugaba con Isabel en la alberca de los más pequeños. El pequeño Aiden estaba en los brazos de Melany quien estaba recostada en una tumbona.

      Owen y Vanessa estaban en las resbaladillas de agua esperando su turno. Valery se quejo junto a ellos y Liliana tomo a la pequeña Adriana en brazos. Cuando por fin se lanzaron iban las tres en las mismas balsa. No obstante con ella volvieron arrastrarla, esta vez Liliana sola y Valery con su hija en las piernas.

     —¿Hola?— cuestiono Liliana respondiendo la llamada —Oliver, déjame. ¿Hola?

     —Liliana— eso era un sollozo, inmediatamente se separo de Oliver.

      —¿Qué sucede?— se aparto del grupo completo —¿Estas bien?

     —Quieren que decida con quien quedarme— Lili tomo asiento en las sillas del pequeño restaurante —. Esto es estúpido, se supone que debo estar feliz.

     —Esta bien creer que se iban a reconciliar, Tina— le aseguro ella con una pequeña sonrisa —. Pasaron toda tu infancia y adolescencia juntos.

     —Yo les dije que se divorciaran, Liliana. Y ahora estoy llorando— ella paso las manos por su rostro —. Ahora quieren que decida con quien me quedaré.

     —Te quedaras en Boston conmigo, y solo los visitarás lo necesario, no tendrás que decir con quien quedarte.

     —No funciona así, Lili— se limpio las lágrimas —. Ellos esperan que les diga quien es mejor. Y si no lo hago, entonces comenzarán a discutir por mi custodia.

     —¿Qué quieres hacer? ¿Mamá o papá?— preguntó ella en un susurró.

     —Han sido los mejores padres, nunca podría decidir— soltó un sollozo —. Mamá es la mejor consejera, vamos de compras y compartimos todo. Papá es mi primer amor, es mi héroe. ¿Cómo tomó una decisión así?

     —¿Hablaste con alguno?

     —Parecen niños, Liliana— se lamento —. Quieren quedarse con todo. Y lo que logran dividir, el otro lo quiere.

     —No tienes que tomar una decisión, Tina— miro a Oliver acercarse —. Solo tienes que decirles que tendrás una habitación en cada casa, y ropa en ambas. Y ya esta.

     —Christina, tu padre vino— esa era su mamá —. Tiene que traerte el lunes por la mañana, para la evaluación psicológica.

     —Vale, mamá. Iré enseguida— dijo ella sin abrir la puerta de la habitación —. Sólo iré al sanitario.

     —Todo saldrá bien, cariño— le aseguro Lili —. Te quiero mucho, Christina. Y sabes que estoy aquí para ti.

     —Lo sé, te quiero— respondió su amiga —. Disfruta de las vacaciones. Y les mando un beso a todos.

     —Y nosotros a ti.

     Ese era el asunto importante. Nuestros padres nos encierran en burbujas perfectas, en mundo donde nadie llora y sufre. Y creen que nos hacen bien. Pero cuando la Burbuja explota, y nos toca enfrentarnos a un mundo al que no estamos preparados. Es cuando vemos lágrimas, dolor y sufrimiento.

Never Again [Editando] Where stories live. Discover now