Capítulo 15

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     —¿Por qué le dijiste eso?— cuestionó ella cuando cerró la puerta.

     —Porque si— él se encogió de hombros y negó levemente.

     —Mira, Oliver, yo no quiero problemas a decir verdad. Mientras más desapercibida mejor, así que si tengo que ver a una zorra no me involucres.

Ambos estaban en la estancia del hogar Wedt. Ella suspiro. Tuvo la intención de sentarse para hacer la investigación, pero la mano de él en su mano la detuvo. O la corriente que había recibido.

     —Aquí no— ella lo miro confundida, era solo una investigación, no iban a tardar dos horas.

     —¿Dónde entonces?— cuestionó ella con una ceja elevada.

     —En mi habitación. Aquí es incomodo, mi madre esta en la cocina— y solo bastaron esas palabras para que Diana saliera de su escondite.

     —¡Lili!— exclamó en un saludo —No sabes cuanto me alegra verte, saber que trabajas con Oliver en la investigación.

     —¿Qué les pasa?— cuestiono Oliver con fastidio —Con eso de enfatizar una dichosa investigación. Solo es una jodida investigación.

     Pero al parecer sus madres no quieren que solo sea una investigación, sino algo más y eso claramente no pasaría.

     —¡Diana!— ignoro Liliana —Un gusto verla— le dio un beso en la mejilla —. Hacemos la investigación y me voy no se preocupe.

     —¡Oh, cariño !- exclamó —No te preocupes, tú puedes quedarte en esta casa todo lo que quieras. Está también es tú casa.

      —Sí, sí…— susurro Oliver —Liliana, vamos, mientras más rápido mejor— ella asintió levemente.

     —Les haré algo para comer. Y puedes quedarte a cenar. Tú madre no se preocupará.

     Liliana solo sonrió. La mujer no estaba preguntando, estaba afirmando que eso haría. Oliver la tomo de la mano y la llevo con él escalera arriba.

     —Espera— él se volteo a mirarla —¿Por qué tu habitación?— cuestionó ella soltando su mano.

     —Porque será mejor— respondió obvio. Ella rodó los ojos.

     —No lo veo así. Abajo esta tú madre, me siento más cómoda con ella merodeando por la estancia— Oliver se cruzó de brazos y negó.

     —O sigues caminado o te llevo cargada— lo desafío con la mirada, él suspiro —. Con tú pequeña cintura dudo que peses mucho, unos cincuenta kilos tal vez.

     —Vamos a la estancia— afirmó ella. Oliver se acercó a ella y la tomo de la piernas para subirla a su hombro.

     —Pesas menos— se corrigió —. Eres demasiado fácil de secuestrar.

     Liliana comenzó a golpearle la espalda con los puños cerrados. Sabia boxeo y defensa personal, pero tenia una desventaja y era su estatura delante de Oliver.

     —¡Maldición, Oliver!— grito ella furiosa, causando que una pequeña niña saliera de su habitación.

     —Oliver, mami no permite chicas en la casa y menos en la habitación— le regaño la pequeña cruzándose de brazos.

     —No es tú problema, Olivia. Anda a jugar con tus muñecas— la niña golpeó el suelo con su pie.

     —Le diré a mamá. No me gusta que tú me cuides— se quejo la niña, luego salió corriendo en dirección a las escaleras.

Never Again [Editando] Onde histórias criam vida. Descubra agora