Capítulo 18

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     —¡Joder! ¡Me quedé dormida!— exclamó Liliana mirando la hora en su reloj.

     —¿Has estado tomando pastillas para dormir?— preguntó su madre entrando a la habitación —Si no sales ya de la cama, no llegas.

     —Hace años no tomo muchas cosas, mamá— Melany salió de la habitación.

     Ella tomó las pastillas escondidas bajo la almohada. Y leyó las indicaciones que traía el frasco. Decía que debía tomar una en casos de insomnio. Y dos solo de emergencia, y casos indicados por el medicamento.

     Era tarde. Todos se habían quedado dormidos y Liliana a había tenido fatiga estos últimos días así que hoy se llevaría a Olivia a un sitio de boxeo donde entrenaría los siguientes días para quitar un poco de fatiga de su vida.

     Cuando ya había estado lista se dio cuenta que todos estaban retrasados. Así que solo fue a la cocina tomo una manzana.

      —Me voy— aviso Liliana mirando la hora —. Nos vemos por la tarde.

     —¡Liliana, debes desayunar!— exclamó su madre —¡Liliana!

     —¡Comeré en la cafetería!— mintió Liliana antes de cerrar la puerta.

      Sus hermanos no tenían clase la primera hora. Por estar distraída chocó con una chica. Al mirar al suelo observó unos pompones negros con rojo y blanco.

     —¡Lo siento!— ambas levantaron la cabeza al mismo tiempo.

    Ellas rieron. Liliana le entregó los pompones y acomodo su bolso. Al detallar a la rubia que tenia frente a ella se dio cuenta que era Thalía.

     —¡Oye!— exclamó la rubia —Yo te he visto en algún lado.— Liliana le sonrió levemente.

     —Así es, vamos al mismo instituto— le recordó.

     —¡Claro!— sonrió la rubia —Eres Liliana, esa sonrisa y ese lindo cabello no es fácil de olvidar— aunque la rubia lo decía por otra cosa, Liliana no sabia eso.

     —Gracias— sonrió ella —¿Qué haces por aquí?— pregunto Liliana.

     —Soy tú vecina. Vivo al lado de los West. Te vi el primer día, y nos tropezamos luego— explico ella señalando su casa.

     —¡Oh!— exclamó Liliana —No sabia, no suelo salir mucho, y bueno, ahora comencé a cuidar a Olivia– ella se encogió de hombros.

     —Tranquila. Aunque escucho mucho de ti— Liliana no pudo evitar mirarla confundida.

     —¿Quién?— cuestionó con el entrecejo fruncido.

     —Bueno, veras soy porrita. Y los chicos están locos por ti, además la profesora nos habló de ti. Y el hecho de que organizaras el baile, la graduación, el discurso y la elección de el rey y la reina. Es suficiente como para que todo el instituto hable de ti.

     —Que comunicativos son— Thalía no pudo evitar sonrojarse de inmediato ante el comentario de ella.

     —Es que bueno, eso de ser porrista. Las chicas traen sus comentarios y eso— trato de explicarse rápidamente.

     —No te preocupes. Era capitana en mi antiguo instituto y se como funciona todo.

     —¿Harás las pruebas?— pregunto cambiado el tema drásticamente.

     —No lo se. Soy nueva y no quiero que digan algo que no es, además eso de ser capitana… no lo se.

     —¡Oh vamos!— exclamó la rubia con una sonrisa —Es nuestro último año, tienes que hacer las pruebas de capitana. Eres demasiado buena.

Never Again [Editando] Where stories live. Discover now