Capítulo 26

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     —Es que yo, no lo sé, Oliver— ella suspiro frustrada —. Además ¿a qué viene este repentino cambio?

     —Ya lo aclaramos ¿no?— ella rodó los ojos y negó —Bien, no lo se, solo se que quiero que vayas conmigo. Mira, Lili, sinceramente, a veces no se en donde estoy cuando se trata de ti. Siento que estoy en un campo minado, y cualquier cosa que haga, hará que estalle.

     —Porque cree mi propia defensa, Oliver— paso las manos por su cabello —. Aún faltan meses.

     —No solo quiero que me acompañes a eso, Liliana. Y sabes muy bien a que me refiero— ella rodó los ojos, sabia que tenia que darle una respuesta y era ya.

     —No lo se, Oliver— él la miro —. No lo sé, debo pensarlo mejor. No quiero que esto— movió su dedo índice de él a ella —, se confunda. Y menos que tú familia, y la mía lo hagan.

     —Liliana en serio, por favor. No me voy a sobrepasar contigo. Lo prometo— él le dedicó una tímida sonrisa.

     —Solo dej…— en ese momento sonó el silbato llamando la atención de Liliana.

    —¡Señorita Stern, hagamos la prueba, ahora!— grito la entrenadora desde el otro lado del campus con un parlante en las manos para hacerse oír.

     —Debo irme— la castaña se levantó, llevaba puesto un conjunto deportivo.

     Antes de levantarse lo pensó. ¿Podía hacer ejercicio? Había estado ignorando y evitando a Valery, Adam, Jack y su madre. Debido a que tenía cita con la doctora, y había decidió no ir.

     —¿A qué se refiere esa frase, papi?— preguntó la pequeña mientras miraba a sus padres sentados en la parte de adelante del auto.

     —Bueno, suele decir que cuando la muerte llama a tu puerta, no importa lo que hagas, ella te alcanzará— la miro por el retrovisor —. Pero significa también, que él día que no lo hace, no importa si tú te colocas delante de ella, no te llevará.

     —¿Cómo dice?— su madre se volteo a mirarla con una dulce sonrisa.

     —Cuando toca, ni aunque te quites; cuando no te toca, ni porque te pongas— lo había dicho en español, miro a su esposo —. Pero no habla de la muerte solamente, de la vida en general.

     —Bueno, yo digo que es malo vivir con miedos— intervino Valery, quien estaba mirando su celular —. Todos miraremos algún día, es mejor vivir al máximo.

     —Bueno, no creo que esa frase aplique a ti, amor— su padre la miró con diversión un momento —. Eres como tu madre, se preocupan por todo.

     —Serás el tipo de mamá, que ni un perro deja de tener— aseguró Liliana con una sonrisa —. Hace unas semanas, no quisiste comer en Mac'Donals, porque leíste un artículo donde los desacreditan.

     —En mi defensa, habla de gusanos en sus carnes de hamburguesas.

     Liliana sacudió su cabeza. Y volvió a tomar agua antes de colocarse de pie rápidamente.

     —¿Lo pensarás?— ella asintió, tomo su bolso y camino junto a la profesora.

     —¿Te gusta Stern?— pregunto Jacob mientras tomaba asiento junto a su amigo.

     —Claro que no, cupido y yo hicimos un trato. Sólo chicas, sexo y amigos. No hay amor para dar— el chico palmeo la espalda de Oliver.

     —Sí no quieres que alguien la enamore, debes actuar rápido. Observa— el chico levanto la mirada observando como el equipo se distraía mirando a Liliana.

Never Again [Editando] Where stories live. Discover now