Capítulo 33

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      —¿Qué haces aquí tan temprano, Oliver?— se quejo con somnoliento Elian soltando una bocana de aire.

     —Hola para ti también— dijo él entrenado a la casa —. Son las diez de la mañana.

     —De un domingo— recordó él —. Y tú antes no venias tanto para acá, como lo haces últimamente.

     —Valery me llamo— se encogió de hombros —. ¿Dónde está?

     —¿Me ves cara de saber donde está?— se señaló asi mismo —Para que no abriera la puerta quizás esté en el jardín. Y si estan las niñas, no escuchan.

     —Muy bien, iré a verlas— dijo él caminando por la casa, Elian camino de vuelta a la escalera.

     Isabel tenía su puerta abierta. Y se colocaba sus zapatos deportivos. Elian puso los ojos en blanco. Y todo la puerta de Liliana que estaba justo am frente. Y abrió.

     —Oliver esta abajo— dijo cuando su hermana se cubrió hasta la cabeza con las sábanas.

     —Me da igual, hoy es domingo, que le den— ella soltó un gruñido, Elian se encogió de hombros y cerró la puerta.

     En cuanto las niñas miraron a Oliver se acercaron a saludarlo con un abrazo. Los gemelos estaban jugando con ellas. Mientras que Valery y su madre estaban sentadas en los sillones del jardín.

     —¿Cómo entraste?— preguntó Melany cuando el soltó a las niñas y fue a saludar a las adultas.

     —Elian me abrió— se encogió de hombros —. Dijo que seguramente estarían aquí, ya que no escucharon.

     —Da igual— dijo Valery —. Quiero comentarte algo, pero vamos a la cocina. Aquí están los gemelos.

     Oliver siguió a ambas mujeres, y se detuvo justo antes de que Valery les lanzará una amenaza a los gemelos sobre si una de sus hijas lloraba, ellos lo iban a pagar.

     —Necesito que hables con Liliana, Oliver— el alzó una ceja —. Ella, no puedo contarte mucho, solo puedo decirte que debe realizarse unos exámenes médicos.

      —Desde hace un mes y medio que estuvo en el hospital, ¿recuerdas?— él asintió ante Melany —La hemos intentando convencer, pero es muy terca.

      —¿Qué les hace pensar que yo lograré otra cosa?— les pregunto confundido —A veces ni me dirige la palabra.

     —Solo habla con ella— suplico Valery —. Liliana es muy difícil de tratar. Esta muy cerrada en si misma. Para evitar que alguien le haga daño.

     —Creo que no soy la persona indicada— se rasco la nuca —. ¿Y sus amigos? Los de Miami.

      —No saben nada— susurro Valery con una pequeña sonrisa —. Y si decimos algo, Liliana se enojara mucho.

     —Eres nuestra única oportunidad, por favor— él las miro indeciso —. No te pudiéramos esto, si no fuera importante.

     —Lo haré, pero no prometo nada, señoras— les advirtió él —. Haré mi mejor esfuerzo.

     Justo en ese momento entro la manada de amigos faltantes, entre ellos Matt y Thalia. Todos iban directo a las escaleras. Oliver los siguió en silencio, luego de que los gemelos se unieran.

   —¡Genial!— exclamó Liliana cruzada de brazos mirando con irritación a sus amigos.

     Hace unas horas habían sacado a Liliana arrastras de la cama. Y luego todos fueron al centro comercial, todo iba muy bien. Luego las chicas decidieron entrar en una tienda de ropa, y Liliana declino la invitación. Pero ahora solo estaba Liliana junto a sus amigos hombres, menos Oliver quien se había ido a comprar un chocolate caliente. Golpeó el suelo con su pie causando que todos la miraran.

Never Again [Editando] Where stories live. Discover now