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° Al final uno siempre se queda con aquella persona que le dio sentido a los días nublados °

Jimin y yo salimos de la oficina del señor Kang sin tener la mente clara ya que ¿cómo ambos conseguiríamos una entrevista con un célebre diseñador que ni siquiera se le conocía el rostro? Desde que la línea de diseño se mostró por primera vez bajo el nombre Agust D, inmediatamente esas creaciones frescas y juveniles fueron amadas. Sin embargo, después de haberse revelado tres años atrás aún era todo un misterio la apariencia física de ese diseñador.

Algunos rumores decían que se trataba de alguien que ya rebasaba los 40, cabello tintado por canas, posible bigote, actitudes arrogantes, entre otras cosas más, las cuales describían a una persona que vivía su día a día en soledad plena. Otros rumores decían que era un joven dulce y tímido, el cual era temeroso a recibir criticas por parte de los medios que asechaban y seguían sus pasos con el único objetivo de conseguir la mayor primicia como lo era el hecho de obtener una entrevista en carne y hueso con el diseñador.

No obstante, el problema al tratar de realizar esa sencilla misión era el no saber quien era o como acercarse sin ser reprendido por los guardas de seguridad, pues esos hombres estaban atentos a todos los reporteros que fisgoneaban sin permiso.

Cuando habían conferencias de prensa que incluían a Agust D, su representante era el que daba la cara por el trabajo de él y los artículos en primera plana que estaban argumentados con sus propias palabras eran redactados por su hermano quien firmaba como JK, después de esa marca de agua no había otro medio que lo respaldara y si se veían otras fuentes, la gente en las industrias de moda sabían que solo era una charlatanería para engañar al público con un logro imaginario.

—¿Por dónde debemos empezar? No tenemos idea de como llegar a dar con Agust D o al menos saber que está dentro de la cuidad. —Ese comentario de preocupación por parte de Jimin no hizo más que darme una señal de alto ya que el castaño tenía razón. Otro misterio detrás de Agust D era el tampoco conocer si él tenía una vida estable dentro de Corea, me desanimaba no poseer pistas que me señalaran un punto clave para acercarme a él pero al mismo tiempo ese desánimo era opacado por el deseo de emprender esa búsqueda. La situación ciertamente se transformó en una cacería bastante interesante, por así decirlo.

—Me llamarás loca pero presiento que lograremos atraparlo. —recité decidida, pensando en cuántas llamadas tendría que realizar para al menos conseguir una pequeña luz en medio del camino tan vacío que había sido marcado por la carrera de Agust D.

—Nunca me atrevería a decírtelo, casi siempre tienes la razón. —mi compañero esbozó una sutil sonrisa, características de su buen humor. No tenía un número exacto para darle a ese sublime gesto, la mayoría del tiempo cuando Jimin estaba conmigo solía mostrar un lado agradable y cómodo, haciendo desaparecer con gracia sus ojos al simplemente sonreír, a decir verdad era un gesto muy adorable que hasta daba ganas de pellizcarles sus mejillas y arrestarlo por causar tan conmovedor acto —¿Almorzamos juntos? No quiero empezar a armar teorías con el estómago vacío. —palmeó su abdomen tras hacer un divertido guiño.

—Lo aceptaré solo porque ahora  comenzará nuestra labor como detectives.

Bueno, si en los años anteriores no hubiese escogido periodismo como segunda opción creo que lo de las artes en cubierto y manejo de pistas se me daba bien a la hora de seguir celebridades o resolver los oscuros secretos detrás de las grandes empresas. Pero, el crédito seguía sin ser del todo mío porque Park Jimin era el que aportaba las ideas que complementaban aquellas cosas que yo dejaba pasar por alto, superando así los conocimientos del medio de comunicación Dispatch y creo que hasta rebasando la inteligencia de Sherlock Holmes. Ese chico y yo éramos analíticos, estudiando con sumo cuidado los movimientos de nuestros objetivos.

Seesaw❁[MYG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora