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° Solo los recuerdos son verdaderos ante la falsedad engañosa de lo que llamamos realidad °

El enojo y amargura eran demasiado frecuentes en su vida que irritarse por la radio transmitiendo horribles música ya no era una sorpresa. Nunca prestó atención a los detalles, pero de un tiempo hasta acá se había dado cuenta que empezó a observar su alrededor con mayor frecuencia, específicamente a ella, a su amaba de toda la vida, Kim Iseul.

Había planeado una cita para ellos con tanta dedicación y cuidado de que nada saliera mal, de hecho, las cosas marchaban mejor de lo que le gustaría admitir. Pasó un increíble rato al lado de esa castaña, encapsuló cada gesto de ella al sonreír, enfurruñarse o parpadear que era una total ofensa que Min Yoongi se encontrara en medio de todo eso.

¿Cuando ella dejaría de pensar en él? Cada vez que él se acercaba e incluso tenía actos de genuina cortesía, Suga mantenía la esperanza de que lo olvidara, pero por más que tratara todo terminaba girando entorno a ese patético chico ¿Qué tenía él de especial? ¿Por qué era tan indispensable cuando a kilómetros su persona, Min Suga, seguiría siendo mil veces mejor?

El muchacho se sentía como en un principio con todos esos pensamientos de superioridad embriagándolo y con las rojas emociones consumiéndolo por el simple hecho de no ser correspondido y quedar siempre de segundo en la lista.

Deseaba ser capaz de pasar página dejando a Kim Iseul vivir su vida, sin embargo aunque tuviera intenciones de hacerlo y una larga lista de razones lo respaldaran, no podía. Odiarla para aprender a olvidarla nunca fue una opción, a pesar de que ella le hacía mal, él era masoquista y su corazón un músculo que dejaba a la muchacha controlar porque la amaba.

Ella era su mundo, la causa por la cual nunca doblegó a la destrucción, manteniéndose sereno aún en esos momentos donde su genio era un terrible tsunami de predicciones fallidas. Kim Iseul egoístamente era el antídoto que utilizaba para drenar sus males.

—De acuerdo, lo siento. —admitió ella, luego de un pesado viaje de regreso. Estaban en el estacionamiento y la muchacha trataba de seguirle el paso a un molesto rubio que le daba la espalda —Me excedí un poco, desconozco mucho sobre ustedes y de todas maneras me atreví a darte un consejo. —siempre fue así —Lo siento, Suga.

Al final, no importaba que sucediera, él igual la terminaría disculpando por todo. Era patético si lo pensaba, un chico de su porte prepotente y desalmado, caía de rodillas por una chica que desde siempre amó a alguien que no era él. Demasiado ridículo para su agrado, pero después de todo, su historia.

—¿Dónde han estado? —un Jungkook casi sin aliento corrió hacia ellos en el estacionamiento. El mayor de los tres encendió sus alarmas tras verlo, los malos presentimientos lo pretendían ese día.

—¿Sucedió algo?

—No en la empresa. —aclaró el menor —La tía Sook vino a buscarte, ella quiere reunirse contigo. —su rostro se mostró neutro casi en espera de ese resultado. De cierta forma le divertía, quizás no era un mal presagio del cual preocuparse.

—Siendo ese el caso, debería ir con ella. —habló más para sí mismo, dejando a los otros dos totalmente descolocados por su conversación —A decir verdad me decepciona un poco, creí que su reacción sería más rápida. 

Seesaw❁[MYG]Where stories live. Discover now