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° Tus mentiras no engañan a los demás, te engañan a ti mismo °

Toda la semana se evitaron. No de la misma forma cruel y tensa que cuando se conocieron, pero sí con el similar sentido de que hablaban solamente como profesionales de trabajo.

Iseul y Yoongi estaban lejos de querer conversar sobre lo acontencido que ignorarse se había convertido en su definición de enmendar las cosas. Ninguno deseaba entrometerse en los pensamientos del otro, así que pretendieron estar bien aún cuando el extraño sentimiento los pinchara a ambos. 

Esa mañana no era distinta a las anteriores que tuvieron esa semana. Estaban sentados en una de las mesas en la cafetería de la empresa, con Iseul dedicándose a revisar los pendientes de Yoongi y este último concentrado en colocar medidas a un vestido de gala que recién había empezado.

El silencio entre los dos era molesto, pero porque ambos deseaban conservar su postura era que vagamente se atrevían a sobrellevarlo. En realidad, de preguntarle a ambos que deseaban en esos momentos, ellos mil veces dirían que estar a la intemperie era más soportable que tener que encontrarse en una circustancia como esa. Su fortuna no era tan buena y a los dos comenzaba a pesarles tal hecho.

—Okey, tienes hasta fin de mes para enviar al menos dos propuestas de diseño, Suga se ha enfocado más en la música así que no pude persuadirlo para que te ayudara con tus diseños. —ella rompió el estresante mutismo, centrándose en cualquier cosa que no fuera desviar su atención al paralelismo en la situación. Empezar una nueva semana era más difícil que superar la anterior.

—Entiendo, intentaré equilibrar las cosas para terminar antes del plazo, pero no garantizo nada. —declaró el muchacho, un tanto desconectado. A ese punto, le sorprendía que Iseul todavía le dirigiera la palabra, si bien era cierto y él también la estaba evadiendo, en su interior si cabía la leve posibilidad de entablar una conversación seria frente a ella.

—De acuerdo, entonces intentaré hablar nuevamente con los encargados del desfile, espero esta vez se apiaden y te brinden una oportunidad. —Iseul escribió un par de notas en su libreta, regresando la vista a su computadora para seguir leyendo las últimas actualizaciones enviadas del desfile. No deseaba admitirlo, pero meterse al mundo de modas por Yoongi le agradaba en pequeño detalle.

—No te preocupes, yo hablaré personalmente con ellos para mover el plazo de esta fecha... —pasó por encima de ella para tener mejor alcance al escribir y tachar las fechas —A esta ¿Te parece? —en cuestión de un parpadeo, ella se dió cuenta que la distancia entre ellos se había transformado en nada. Yoongi invadió su espacio, pero él no parecía notarlo.

—Claro... —apenas logró decir por el repentino corte de distancia. Desde ese ángulo podía apreciar el castaño rojizo con claridad, sus raíces empezaban a tornarse oscuras y el aroma a críticos que se desprendía de su cabello, causaba que se cuestionara el desde cuando fue que la presencia de ese chico empezó a ponerla nerviosa —Yoongi... Estás demasiado cerca.

El muchacho se giró a verla, ocasionando que la cercanía se redujera aún más, sus corazones latieron por el encuentro de miradas que embriagarse de las familiares emociones, estaba mal. Min rompió el contacto, sintiéndose incómodo por lo que acababa de pasar, aquella esa escena les había salido tan espontánea que casi parecía que estaban de acuerdo con ella.

Seesaw❁[MYG]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora