Capítulo 27

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El mal momento que le habia hecho vivir Julian,  afortunadamente, no interfirió en la felicidad que Renato manejaba ese dia. Estaba tan, pero tan feliz, que no le extraño para nada el rapido arrepentimiento del chico por lo que habia hecho. Al contrario, lo acepto con tranquilidad y acordaron hacer como si no hubiese sucedido. Asi como tampoco noto la indiferencia de Gabriel en el camino de vuelta y la llegada al colegio.  

Luego de almorzar, lo busco. Intento muchas veces acercarse a su novio, y este simplemente lo esquivo. Lo ignoro, se alejo y ni siquiera lo miro. Eso partio el corazon del mas chico, pero trato de autoconvencerse de que lo que estaba haciendo el mayor era lo correcto. Es porque alguien del colegio nos puede descubrir, se dijo a si mismo. Pero algo dentro suyo, le hacia creer que no tenia nada que ver con su comportamiento.

Lo dejo pasar. No fue hasta la noche que se dio cuenta que algo andaba mal.

La hora marcaba pasadas las 10 de la noche  y no habia señales de Gabriel. Raro. Llamarlo fue la primer idea que se le vino a la mente, auqneu fue en vano. La voz en el contestador fue lo más cerca de él que pudo tener. La cena estaba lista, pero el invitado no llegaba, y ya a esa altura quedaba claro que no lo haria.

Su padre y hermano comenzaron a preguntarle por él. Renato no tenía idea de que decirles. No quería dejarlo mal parado a Gabriel. Pero tampoco podía negar lo innegable. Lo había dejado plantado.

Sin pegar un ojo en toda la noche, se debatio en si ir a su casa a a buscarlo o no. Los pocos días que estuvo viviendo con él, Gabriel le otorgo una copia de la llave para abrir la puerta, dándole libre acceso a ella cuando quisiera. Sentía que no era buena idea, pero tampoco se le ocurría otra alternativa. O si. La otra era la menos eficaz, ya que estando en el colegio, no podrían charlar como corresponde.

Su parte racional eligió la segunda opción. Aunque no sabía que esta también iba a fallarle.

-Hola Cami - saluda con una sonrisa a su preceptora, luego de tocar la puerta de su pequeña oficina.

-Hola Quattordio. ¿Que necesitas? - le responde la chica formalmente.

Renato se asegura que nadie más este cerca y que no pueda escuchar lo que iba a decir.

-Ehh si. Quería preguntarte en que salón esta Gabriel. Necesito preguntarle sobre una tarea, y no lo vi todavia. - mintió

Camila revisa unas carpetas, desconocidas para Renato, y frunce el ceño al encontrar una respuesta.

-El profesor Gallicchio se ausentara el día de hoy, y mañana. - Renato hace una mueca de confusión.

Gabriel no era de faltar. Su mejor plan para poder verlo, tirado a la basura. 

-¿Qué, por qué? - no podía creer que tenga que buscar información por terceros porque su novio no le cuenta las cosas.

-Aunque supiera, no podria decirte. Pero la mayor de las veces, estos permisos se piden por viajes de urgencia, tramites o algún tipo de enfermedad.

Renato asentia, tratando de conectar alguna de esas opciones con la actitud de Gabriel en los últimos días. Nada lo convencía.

Su primer plan volvió a hacer presencia en su cabeza. 

~

El micro que toma desde su casa, para llegar a lo de Gabriel , lo deja a una cuadra de esta. Tomar el transporte publIco, acortaria el viaje, brindandole menor tiempo para pensar.Aun se debatia si lo que estaba haciendo estaba bien o mal. Fueron tan solo 15 minutos en los que no iba tener posibilidad de volver atrás si se arrepentia. Sin embargo la necesidad de verlo, era mas importante que todo, asique dudaba que eso sucediera.

CONOCERTEWhere stories live. Discover now