Capítulo 7

876 80 34
                                    

Gabriel necesitaba distraerse. Necesitaba dejar de pensar en todo lo ocurrido el día anterior,y también en lo de ese mismo día. Principalmente la parte de su novio llegando a su casa mientras Renato dormía en su cama.

Su mejor amigo Eloy, y compañero en las jodas, lo había invitado a un boliche gay, uno al que nunca antes habían concurrido, pero del que todo el mundo hablaba.

Luego de muchas insistencias de su amigo, Gabriel había accedido. Necesitaba distenderse, olvidarse de todos sus problemas a través del alcohol, y no pensar ni en su pareja, ni mucho menos en Renato.

Renato. Ese nombre no paraba de atormentarlo. Aunque quisiera evitarlo, su hermoso cerebro le jugaba en contra, y terminaba recordándoselo.

-Che Gabi. Qué raro que no viniste con Abrahan ¿se pelearon? - le preguntó su amigo con tono de preocupación.

Gabriel no solía salir sin su pareja, y si eso pasaba era porque muy probablemente hayan discutido. Abrahan siempre encontraba la forma de acompañarlo, y sabía que se debía a su desconfianza. Que no confiaba lo suficiente en él como para dejarlo salir solo. Por eso a veces agradecía las pequeñas peleas que tenían, porque así podía salir solo, y divertirse sin sentirse ahogado por su novio.

-No, no. Todo bien. Es que tenía el cumple de otro amigo - mintió, dándose cuenta de que no tenía idea de su paradero, pero que de todas formas le venía bien que no lo haya acompañado esta vez.

-Ay me asusté. Es que siempre salimos los tres. Son como chicles ustedes boludos. Quién pudiera. - soltó divertidamente tomando de su trago.

-Jajaja sos un personaje boludo. Bancame que voy a buscar algo a la ba... - al retroceder, se calló al sentir que su cuerpo chocaba con el de alguien más.

Al girarse, se encontró con la persona menos esperada. Renato estaba ahí. En un boliche gay. No podía creer que el destino le estaba haciendo esto.

~

Después de aquel cruce de miradas, Renato lo había invitado a tomar algo en la barra, y así poder charlar tranquilos.

-Mire que loco ¿no? - Gabriel elevo la cejas, sin entenderle - Usted y yo. Encontrándonos en este lugar. ¿Cómo no lo imaginé desde que lo vi chapando con su novio en la calle? Por suerte, hacen linda pareja, aunque la forma en la que me miró no me transmitió buenas vibras la verdad.

- Yo soy el sorprendido - Renato era el que no entendía ahora - No sabía que vos venías a estos lugares - sentenció remarcando el "vos". - Al parecer no soy el único que se oculta de la escuela.

-Es diferente. Yo vengo acá a divertirme, a pasarla bien con mis amigues. Usted no sé, a lo sumo que Abrahan sea una persona más corneta que Antonella, la profesora de geografía. - soltó con una risita.

Y ahí estaba otra vez. El mismo Renato que comenzó a provocarlo arrinconándolo contra aquel escritorio, que después había depositado su pie en su entrepierna en aquel bar, había vuelto.

-Mira pendejo - el castaño se sobresaltó ante el apodo - Ya bastante tolerante fui con todo lo que hiciste. Yo desde el primer día te dejé muy claro que no soporto este tipo de provocaciones, y menos voy a permitir que asumas que le soy infiel a mi novio.

Renato trago saliva, esta nueva faceta de Gabriel, de defenderse ante sus provocaciones, lo sorprendía, y a la vez le encantaba.

-Ayy fue un chiste, junto con lo otro. Yo también ya deje en claro que lo hice en joda. No supero la cara que puso cuando le dije "No sera que su pareja no es una mujer" - recordó divertidamente - Tendria que haber visto su cara.

CONOCERTEDär berättelser lever. Upptäck nu