Capítulo 26

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Un día ha pasado de que Renato y Gabriel han oficializado su relación. Ambos se sienten las personas más afortunadas de este planeta. La felicidad para Renato era tanta, que la idea de presentar formalmente a su novio con su padre, y asi remendar cualquier tipo de conflicto del pasado entre ellos, no tardo en aparecerse en su mente.

Ambos ya estaban convencidos de que nada ni nadie podria arruinarlo. Pero en el mundo, hay personas lo suficientemente crueles par hacerle daño a los demas, a las personas que menos se lo merecen. Las cosas malas le suceden a personas nobles y con ninguno tipo de signo de maldad en su interior, como lo son Renato y Gabriel.

Tras la pequeña charla y aviso que le habia dado a su padre y hermano, Renato corrió rápidamente a su cuarto. Pocas horas habian pasado de la ultima vez que lo vio a Gabriel, y ya lo extrañaba. Y al rizado le pasaba lo mismo.

-Hola- dice tímidamente, una vez que el aparato indicara que la persona del otro lado, ya habia aceptado la llamada.

-¿Como esta el novio más hermoso del mundo entero? - pregunta Gabriel en forma de saludo. Renato encierra su labio inferior con sus dientes. Aunque no pudiese verlo, quería ocultar la felicidad que le invadia con solo escuchar eso.

-No sé, eso deberias contestarmelo vos. Porque vos sos el novio más hermoso de este mundo. - una risa por parte de Gabriel lo hizo suspirar, los nervios poco a poco se iban disminuyendo. Se sentia un tonto, pero Gabriel causaba que se ponga asi, algo que nunca nadie antes logro. -Escuchame. - cambia de tema, flexionando sus piernas quedar en posición de indiecito. - Hable con mi viejo y... - larga aire antes de continuar - como te dije, acepto que vengas a cenar mañana.

- ¿Tan fácilmente? Pensé que tu padre me odiaba e iba a rechazarte a la primera que le dijeras - Renato levantamla vista al techo, recordando lo que tuvo que decirle a su padre para que accediera.

-Ahí esta el tema. No le dije quien eras. Solo le dije que eras una persona muy importante para mi - se encoje de hombros, aunque su rostro se torna rojo al imaginar la cara de ternura de Gabriel del otro lado del teléfono.

-Sos un tierno pendejo. No pareces nada al chico que conoci y me arrincono contra mi escritorio.- acota en un tono divertido.

-¿Y eso seria bueno o malo? - pregunta confundido ante ese comentario.

-Por un lado bueno, porque sacas tu lado de bebe que me mata de ternura - explica- pero... tu lado provocativo me volvia loco y lo extraño.- finaliza.

Renato no sabe como tomarse lo que dice. Nunca se había dado cuenta del cambio. Al principio de conocerlo, se empecinaba en hacerle la vida imposible, por un accidentado primer encuentro. Tiempo después, se había convertido en un flancito tierno que muerde amor, por su ahora novio.

-¿Y que puedo hacer para volver a ser ese chico atrevido que era? - pregunta traviesamente, mientras su reacciona ante los recuerdos de esos viejos tiempo.

- No se. Voy a dejar que lo pienses esta noche, y mañana me lo demuestres ¿Si? -Renato se muerde la lengua, imaginando las mil y un cosas que le gustaría hacerle a su novio en este momento.

-Volviendo al tema de tu viejo, - es ahora el quien devuelve la conversación al rumbo en el que estaba - ¿vos en serio crees que lo acepto? - pregunta y Renato se mantiene unos segundos pensando.

-Yo creo que si. Osea, no me dijo nada. Pero me sonrio y eso es una gran demostracion por como es el. - le explica cocon seguridad.

-Esta bien amor.Ahora anda a dormir que mañana tenes que madrugar mas temprano que de costumbre - el rostro del castaño se frunce. Aunque Gabriel no pueda verlo, lo conoce y se da cuenta de esto - ¿No me jodas que te olvidaste? - Renato no sabe de que esta hablando - Renato, mañana tenes la excursión

CONOCERTEWhere stories live. Discover now