Capítulo 55

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-Y a mi que eres el karma de Oliver- se dieron un pequeño abrazo.

-Su adorado tormento- dijo Thalia con una sonrisa divertida.

-¿Hola?- cuestiono Owen -¿Playa? ¿Los Angeles? ¿Si? ¿De acuerdo?

-Yo me anoto- aseguró Liliana con unas sonrisa -. Ahora. Oliver, ¿me puedes prestar tu cama como por dos horas? Quiero dormir.

-Claro, vamos. No hay problema.- el entrelazo su mano con la de ella y caminó hasta la puerta de del jardín de la casa subiendo la terraza.

-Necesito un descanso- susurro ella -. Las niñas me volverán loca- se lamento mientras masajeaba su cien -. Tengo un dolor de cabeza insoportable, parece que me taladran la cabeza.

-¡Liliana, cariño!- exclamó Diana --¿Qué haces aquí? Tienes unos días que no vienes.

-Lo sé, Diana- se dieron un pequeño abrazo -. Lo siento mucho. Es solo que estoy de niñera. Y necesitaba escaparme de casa cinco minutos.

-No te preocupes, cariño. Esta es tu casa.- le dedico una sonrisa -. Saben las reglas. Si van a la habitación, quiero la puerta sin pasador, ¿entendido?

-Sí, señora.

Oliver paso una mano por la cintura de Liliana, y la guió por la casa. En la estancia Olivia estaba sentada en el sillón mirando su caricatura favorita, en medio de sus piernas estaba una taza con una ensalada de fruta.

-¡Liliana!- exclamó ella levantándose del sillón -¿Viniste a jugar conmigo?

-Hola, guapa- la levanto del suelo y le beso la mejilla -. Juguemos un rato, entonces.

-¡Oh no, señorita!- intervino Oliver -Luces como si no hubieras dormido en años. Así que, iras a dormir.

-No pasa nada si juego con ella un rato, Oliver- aseguró Liliana con una pequeña sonrisa.

-Liliana, te estas durmiendo sola, ahí parada- intervino Diana -. Es mejor que vayas a dormir. Y pueden jugar otro día. Subela a dormir.

Oliver la subió a su hombro como si fuera un costal de papas, y subió las escaleras con ella.

-Puedo caminar- aseguró ella intentando bajarse -. Oliver, bajame.

-Te dejaré sobre la cama- le aseguro él sin bajarla -. Liliana, no te muevas, o te voy a dar una nalgada.

Antes de que ella pudiera decir algo, le dio una nalgada. En cuanto llego a la habitación camino hasta cama y la dejo sobre esta en un solo movimiento. Pastor inmediatamente salto sobre ella cama y le lamio la mejilla. Liliana le acaricio la cabeza, y él se bajo de la cama.

-Bien- cerró las cortinas de la habitación -. Apagare esto- las luces fueron apagadas, dejando solo una de las lámparas encendidas.

-No tienes que hacer esto- susurro Liliana cuando Oliver se acostó a su lado -. No necesito que me obligues a dormir.

-Si lo necesitas. Duerme.

Oliver le a acomodo sobre su pecho y le acaricio el cabello. Le dio un beso en la coronilla y sonrió levemente. Sintió como la respiración de Liliana se volvia más ligera. La observó dormir. Lucía tranquila, como si de pronto, todo el caos que se reflaba en su rostros, fuera cambiado por una paz insuperable.

Never Again [Editando] Où les histoires vivent. Découvrez maintenant