DOBLEMENTE ENAMORADO

Capítulo 18. ¿Tríos?... sí, tríos

Mis confundidas, alocadas y desorientada neuronas logran conseguir un poco de cordura haciendo que la migraña entre en posición de reposo. Suspiro aliviado, pero aún nervioso. Mi maltrecho corazón no está dispuesto a entrar a otro juego el cual perderé antes de finalizar la partida. No señor, otra vez no.

El saberla divorciada tanto legal o emocionalmente me hace feliz, pues no seré el amante nunca más. Sin embargo necesito corroborarlo así que vuelvo a insistir con eso del divorcio, obteniendo la misma respuesta.

Contrariado, pero esperanzado veo como el rostro de mi nueva casinovia palidece, busca un par de bocanadas de aire intentando encontrar algo de valor antes de abrir su provocativa boquita. Me observa por unos escasos segundos para comenzar otro diálogo.

Como la siento dudosa y algo nerviosa, la atraigo hacia mí, nos perdemos en un beso más que casto, haciendo que troncón solicite salir del castigo. Pero me mantengo firme con la necesidad de aclarar las cosas.

Es ella quien rompe, a mi pesar, el beso. —Antes de continuar con el interrogatorio— me interrumpe ella. Tengo algo que explicarte, luego podrás tomar la decisión de quererme o no como tu novia. Emplea un tono algo tímido, pero a la vez expectante.

Capto el movimiento que sus labios y Dios mío por segundo no logro entender las palabras que pronuncia, según yo muy sensualmente, cuando mi parte racional se activa y emite señales de alerta al procesar en forma de eco la frase; tengo una mamá y dos papás.

Hace que mis neuronas empiecen a olores a quemado. Trago en seco todo el contenido de mi copa, hago un ademán de manos para ir en busca de más vino. Vuelvo a sentarme a su lado, así que mi casinovia decide continuar.

—Papi es mi padre biológico su nombre es Akihiro y es japonés fue el primer esposo de mi madre y mi papá es coreano, se llama Taeyang, el me adoptó— dice de carrera casi sin respirar —ellos son un trío que tienen juntos más de tres décadas— concluye, buscando mi rostro tratando de leerme.

Pero como es de esperarse mi subconsciente trata de apagar el fuego que está quemando mis neuronas. Así que en lugar de echarles agua decido que es mejor preguntar a rompe pecho.

—Wuao, ¿a qué te refieres con trío?...¿trío, trío así como suena?— bromeé de forma muy pícara.

—Sí, en todo el sentido de la palabra, comparten, la casa, los gastos, la cama, sus cuerpos comparten todo de todo, inclusive se llaman entre ellos kimi, Otto, y Nampyeon que significan esposos y esposa.—

—Okey okey, ya entendí— me apuro a interrumpirla algo nervioso— y con una sonrisa más burlona que ingenua dejo salir de mi boca —wuao, los asiáticos sí que son avanzados, yo pensé que eran más tradicionales, pero me equivoqué— digo con los ojos casi desorbitados y llenos de picardía vuelvo a vaciar todo el contenido de la copa y sin darme cuenta me tomo la de ella también.

—Te equivocas no hay cultura más tradicional y conservadora que la oriental— me calla con reproche, Talía.

Pero al verme tan perdido e insatisfecho continúa —todo empezó con mis abuelos que los obligaron a ellos tres a pagar una deuda de honor. Pero esa historia puede esperar— aclara la sensual mujer que está a mí lado. 

Luego de escuchar la pintoresca, poco tradicional y sexualmente activa relación de mis casisuegro. Entro en pánico pensando que tal vez mi casinovia le falta otro divorcio. Así que para salir de duda contraataco nuevamente.

—Sólo repítelo otra vez, ¿estás divorciada, verdad?— tomándola de los hombros.

—Sí, si ya te lo dije, divorciada— dice algo resignada.

—Okey— respiro tratando de tranquilizarme. —Ahora puedes continuar estoy listo— tomándo de un solo trago todo lo que queda en la botella.

—También tengo una hermana menor llamada Nayiber que está legalmente casada con un holandés llamado Ludger y a la vez también está casada según la tribu somalí con Waberli— suelta a quema ropa, como sino tuviera suficiente con el incendio en mis neuronas.

Pero ¿qué dominio les pasa? es que no pueden ser normales, me grita mi mente haciendo que troncón celebre estar castigado.

—¿Qué?, es broma, ¿verdad, me estas tomando el pelo?— bufo mientras me paro en busca una bebida mucho más fuerte.

—Tranquilízate ellos no son un trío, a mi hermana la aman por igual su dos esposos, ellos comparten todo menos la cama, es muy distinto a la relación de mis padres. Es como que ella viviera un amor por duplicado—

Listo, declaro oficialmente quemadas el cincuenta por ciento de mis neuronas. Necesito que troncón salga de su escondite que me ayude a analizar; ya saben por lo que dos cabezas piensan mejor que una, en mi caso media cabeza.

—¡Dios mío!, ¿cuántas veces te has casado?— temo preguntar, pero al final me lleno de valor mientras me alejo de ella bruscamente.

—Solo una vez y déjame decirte que no tengo ganas de repetir— advierte mientras me quita la botella de whiskys de las manos y bebe directamente de ella, gesto que yo imito.

—Pero divorciada, divorciada ¿verdad?— vuelvo a insistir. Ella se levanta y busca un sobre lleno de caracteres desconocidos para mí—¿qué es esto? pregunto.

—Mi acta de divorcio, si quieres la mandas a traducir— me la entrega frustrada.

—Oh Dios, no hace falta, lo que pasa es que me es difícil procesar las relaciones amorosas de tus familiares.  Entiende que  para mí es, como decirlo es... pues no sé lo qué es.... para serte sincero— Y procedo a sentarme otra vez.

Permanezco pocos minutos en silencio, vuelvo a tomar de la botella, busco sus ojos, siento que es ahora o nunca. así que asumo mi aquí y ahora apoderándome de sus labios, su lengua, y su enredo mis manos en su azabache cabellera. Dejo que sean las emociones las que tomen las riendas hasta que el aire nos falta.

Me alejo que esa boquita que tanto me atrae para morderle con suavidad su labio. Mi Ahora y  aquí  empiezan a estar de mi lado, espero que por mucho tiempo.