Capítulo 2. La propuesta

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Veo a Morgan salir de mi oficina luego de sellar nuestra apuesta, me preparo mentalmente y planifico un algoritmo de acciones para ganar.

—El amor versus realidad, es fácil presagiar el ganador— pienso sintiéndome seguro al imaginarme llamar al primogénito de Morgan por mi nombre.

Me levanto de mi asiento dirigiéndome con paso firme hacia el ventanal que me da una vista al lado empresarial de la gran ciudad de Caracas. Donde mis padres decidieron establecer el punto central de operaciones un consorcio enfocado en las bellas artes.

Desde pequeño se me inculcó que la constancia, la tenacidad y el trabajo duro dan resultados en todos los aspectos de la vida. Mi madre me ha repetido hasta el cansancio que se debe cerrar cada ciclo que iniciamos. Así que; fui capitán del equipo de básquetbol en la universidad, presidente del foro de discusiones en la clase de arte contemporáneo, y el segundo en la promoción de graduandos en la universidad. Morga, se llevó el primer lugar sin embargo, fui un fuerte competidor así que me siento orgulloso de mí mismo.

—Constancia, tenacidad y trabajo duro— me repetí en voz alta mientras tronaba mis dedos frete a mi rostro.

Decido que es momento del trabajo duro. Me organizo para dar inicio al plan. Hago una lista mental de las fases que debo ejecutar y fijo la meta final; ganar la puesta. Me río a mis anchas al dar por termina la fase uno.

—Bien, Danna, tengo seis meses para verte a mis pies rogando y llorando para no quedarte sola. Así que; prepárate, pues no pienso perder. El hecho que estés comprometida le da un sabor más interesante a este reto, tu novio morirá cuando sepa que tú estas dispuesta a todo ante mí, pobre tonto, seguro que después de eso se unirá a mi clan de; no al amor— pensé, presagiando el futuro.

—Fase dos— me presiono para continuar, a pesar que ya saboreo la victoria.

¡Genial!, primero lo primero, llamo a recursos humanos para solicitar tu expediente, me río mentalmente ante mi posición privilegiada de gerente.

Veo de reojo a mi secretaria entrar carpeta en mano, con una sonrisa que no deja mucho a la imaginación. Sé de los sentimientos de ella hacia mí, pero una regla clara para ser valorado y respetado como jefe; es ver a la secretaria como una hermana o peor aun una abuela, para evitar caer en demandas por acoso sexual. Extiendo la mano para recibir la carpeta sin levantar la vista de mi computadora.

—Es todo por ahora— le digo educadamente firme, dándole pies a retirarse, contemplo de reojo como contonea sus caderas y sus muslos torneados ser apretados por esa falda tubular, negra como la noche, que le llega a media pierna. —Diablos, diablos, diablos—me recrimino tratando de imaginarla como mi hermana, tal vez podría ser una adoptada, me quejo mentalmente por hacer cumplir esa regla de oro.

—Apuesta... Danna... ganar— me repito una y otra vez para volver a enfocarme.

Abro la carpeta dando inicio oficial a la fase dos. Vamos a saber de ti, mi querida Danna. Me concentro al revisar con detenimiento la ficha de vida para saber; ¿quién eres?, ¿de dónde vienes? y ¿cuáles son tus aspiraciones?, aunque lo último ya lo sé; aspiras a casarte con tu novio pero eso no va a suceder, lo lamento por ustedes, pues esta apuesta la gano yo, pensé en mi éxito sobre Morgan.

Compruebo que estudiamos en la misma universidad con dos años de diferencia, fuiste buena estudiante, no tan buena como yo, pero buena al fin —"al menos podremos entablar una conversación interesante"—. Asumí.

Tienes dos años trabajando aquí y ya te han ascendido —"eso habla bien de ti"—. Pensé para mis adentros.

Solicitaste una beca para realizar un postgrado pero luego la rechazaste hace siete meses —¿quisiera saber por qué?—. "Ya tendré oportunidad de averiguarlo".

DOBLEMENTE ENAMORADOWhere stories live. Discover now