Inquebrantable

infierno

Nie Huaisang estaba desesperado, sentía que el aire se le escapaba de los pulmones de solo imaginar tener que regresar a ese lugar. Su respiración era rápida, sus latidos desesperados, su mente se nublaba, mientras sentía con claridad como su sangre enfriaba a cada minuto que pasaba. No, el no quería regresar jamás.

Si él tuviera que definir en una palabra el como  era vivir en ese sitio sin duda alguna sería: "INFIERNO". Ese lugar era mismo que su hermano le había descrito cuando solo era un niño, ese mismo en donde las personas malas iban para ser castigadas por las cosas malas que hacían en vida. 

En donde la tortura era tu condena, ese en donde tus lágrimas o lamentos no valía absolutamente nada, en donde tus verdugos eran quienes te daban tu castigo si errabas...

El no comprendía: ¿Porque tuvo que conocer el averno a los 13 años?, se suponía que era solo un niño, uno en donde podía salir con tranquilidad de clases, ser regañado por su hermano por traer una mala calificación en deportes, pero luego mimado por ser un genio en el resto de sus materias.

Se suponía, claro esta... Pero ese día, ese maldito día que debería ser como los demás... cambió...

Lo tomaron por la fuerza, colocando algo en su nariz y boca, haciendo que su mente se trasladara a otro lado. Tuvo miedo por instantes, pero fue peor cuando recobro el conocimiento. Solo, en una habitación oscura, mientras las risas de varones ebrios sonaban tras aquella puerta que debía estar asegurada.

Él creyó saber que sucedía, pensó que solo era cuestión de tiempo para que Mingjue lo encontrara como siempre, para protegerlo de gente mala como ellos. Su hermano era su ángel, y aunque muchos decían que era malo, no le importaba. 

Creció viéndolo con un héroe, mientras era mimado y amado por ese hombre de mirada dura. Así que creyó firmemente a que pedirían pronto el monto por su rescate, ¿eso era lo que quería al final, verdad?, como su familia era de una posición económica alta, ellos deberían querer dinero. 

Entonces, ¿Porque no escuchaba una llamada?, ¿Porque seguían riendo?, ¿De que se trata en realidad todo esto?

Demasiadas preguntas para una mente muy joven.

Solo pudo abrazar sus rodillas, ocultando de esa manera su rostro, no queriendo admitir la realidad que lo rodeaba, esa que le daba aquella sensación que le dio su tío cuando se enteró que era doncel...

Recuerda ese día, aún si le trae mal sabor de boca, no podía evitar recordar, era una tortura hacerlo. Después de todo, solo era un niño de 9 años que quería salir a jugar con su tío cómo siempre lo había hecho. Pero el destino... ¡JA!

Ese día, si no fuera por su hermano mayor, lo más seguro era que terminaba debajo de aquel hombre que se hacía llamar su familia.

¿Saben que escusa puso cuando sus padres le preguntaron el porque?

"Él me provocó, lleva ropa tan corta, esos shorts no dejaban nada a la imaginación"

"¿Quién acepta ir a un lugar si no es para otra cosa?"

Esas y más cosas salían de sus labios, de esa boca que quería tomar posesión de la mía, pero que al ver mi rechazo, uso sus manos para intentar hacerme meter esa cosa entre mis labios.

Mingjue me abrazó todo el tiempo, mientras mis padres  sacaban de la casa al hombre que casi arruinaba mi vida.

"Me vengaré, me vengaré y serás mío" gritó, mientras una mirada llena de odio se dirigía a mi persona, tuve miedo, mi cuerpo entero temblaba, sin embargo, al sentir los brazos de mi hermano alrededor de mis hombros, el miedo se desvaneció como mensaje en arena de playa.