El caso mas injusto

3.1K 210 65
                                    

Era un día como cualquier otro, en donde se ponía a prueba sus habilidades para ejercer la justicia como dictaminaba la ley, misma que en muchas ocasiones fue quebrantada por la corrupción de muchas personas. Es irónico pensar que sea exigida y a la vez tan dejada de lado, pero para ello existían gente dispuesta hacerla respetar como se dictamina.

El juez es la persona que resuelve una controversia o que decide el destino de un hombre u mujer, tomando en cuenta las evidencias o pruebas presentadas en un juicio. Conviene decir que el juez no es un humano, si no un órgano judicial compuesto por varias personas.

Existen muchos tipos de jueces, entre ellos: el magistrado o juez supremo, juez ordinario, juez convencional, juez superior, juez a quo, juez competente, juez privativo, juez promiscuo. Cada uno de ellos se desarrollaban en distintas ramas y distintas posiciones, pero eran quienes debían hacer cumplir los derechos, para dar paso a la penalización de quien era juzgado. Habían muchos más tipos de jueces, pero digamos que ahora mismo no es necesario dar a conocer cada uno de ellos, tampoco detallarlos.

Él era un juez supremo. Aquello significaba que estaba en el último peldaño de la carrera judicial. Generalmente integra el tribunal supremo.

Sin duda alguna, él podía llevar con orgullo su apellido a donde fuera que pisara, la gente lo admiraba por su gran destreza a la hora de otorgar el veredicto final. Siempre fue bueno para ello. Aquella persona siempre le decía que debía dedicarse a esa carrera. Recuerda con una sonrisa en su mirada cada palabra dicha. Si no fuera por aquellas palabras, él jamás hubiera pensado en ser lo que hoy en día era.

Ahora mismo estaba por sentenciar a un enfermo que había sido culpable de asesinatos múltiples en primer grado. Un malnacido que había acabado con la felicidad de muchas familias. Las pruebas estaban en su contra, y había confesado ya sus crímenes. No había mucho por hacer realmente, solo el protocolo básico para poder completar el caso, para de alguna manera darle paz a quienes habían sufrido por su culpa.

-Por asesinato de 8 personas- comenzó a decir el joven, sin mirar a quien tenía en frente suyo, aún si en algún momento habían sido compañeros de clases. Después de todo, aquello no importaba, una vez cometías un delito y estabas frente al juzgado, eras un simple criminal esperando tu veredicto -Se es hallado culpable, se le condena al señor--

-¿Solo 8? -Irrumpió el hombre mofándose - Hasta el número es incorrecto -miro divertido a todos los presentes en el juzgado - Fueron 87 jovencitos -notó como las personas comenzaron a palidecer ante lo que había dicho, y como si les leyera el pensamiento comentó -Ni usted señor juez, ni nadie en esta sala podrá saber la razón por la cual cometí aquello, jamás comprenderán lo perfecto de mi obra...

Todo quedó en absoluto silencio, aquella declaración había dejado helado a más de uno, ya que el ser que estaba delante de ellos, era de todo menos humano. En sus corazones lloraron, persignándose, dando oraciones a todas aquellos inocentes que cayeron en manos de aquel sucio ser.

A las familias presentes un escalofrío recorrió sus cuerpos... ¿Qué diablos le ocurría a este hombre para decir aquello como si fuera normal?. El mundo estaba podrido, de ello nadie podía contradecirlo. Sus queridos niños no habían sido los únicos en sufrir a manos de ese demonio...

-Aún recuerdo a mi primera víctima, tenía 15 años, con sus cabellos negros tan sedosos, su mirada tan brillante, su hermosa piel blancuzca, pero lo que más adoraba era inocente sonrisa, era tan etéreo. -En su rostro se marcaba una sonrisa - Al inicio solo lo seguía, miraba a donde iba todo el tiempo, sabía dónde salía a jugar, quienes eran sus amigos, hasta la hora que regresaba a casa con su hermano. Pero pronto dejo de ser suficiente, no cuando me habló con aquella melodiosa voz -cerró los ojos como si estuviera recordando como si tan solo hubiera sucedido el día de ayer o hace unas pocas horas -No pude dormir semanas, la desesperación crecía a medida que el tiempo pasaba. Sin pensarlo dos veces al verlo solo de nuevo cuando sus amigos fueron por helados, aproveché y lo traje conmigo. No puedo dudar en decir que él fue la más hermosa ninfa que pude obtener... -hablo soñadoramente- ¡ERA MÍO!, ¡ME PERTENECÍA!, le di todo el amor que tenía, pero como no... El no sentía nada por mí -su voz cambio a una de enojo- ¿Se imaginan como me sentí? ¡YO LE DI TODO! -El jurado notó como todo aquel enfado recién mostrado se fue a otro lado para dar paso a la ¿tristeza? o al menos eso parecía- Entonces lo noté... El amor se había acabado, él ahora solo era un recipiente vacío, y aunque me dolió arrebatar su vida, también sentí paz al verlo allí tendido con sus ropas teñidas de rojo, después de todo, fue el mismo color que represento el amor que le tuve... Siempre adore como se vestía, con su ropa de color negro y carmesí... Yo también era solo un adolescente cuando pasó mi primera historia de amor -Sonrió con nostalgia -Tenía 16 años cuando tuve mi primera vez...

- ¿Cu-Cuál era su nombre? - preguntó con intriga del juez, quien fue el único en atreverse a hablar después de que aquel hombre comenzara con su alarde. -¡RESPONDE!, ¡¿CUÁL ERA EL NOMBRE DE ESE MUCHACHO?!-

- Wei Ying -Respondió este dedicándole una sonrisa -No sabe cuánto disfrute darle "amor" a ese jovencito... -se rió fuertemente, mientras se relamía los labios de una forma asquerosa. Con sus ojos completamente brillantes reflejando la lujuria que le tuvo y aún tenía. -Lástima que ya no este aquí... pude haberme divertido un poco más. Sus curvas eran perfectas, y su trasero, ¡oh! su trasero, era lo mejor que pude haber tocado, redondo suave... Pero más amaba ver sus lágrimas de placer, mientras me rogaba porque me detuviera. Que pena que siempre gritara el nombre de Lan Wangji rogando porque le rescatara. Eso arruinó lo nuestro y por ello tuvo que morir... - Canturreó, hablando como si hubiera hecho una gran hazaña.

El juez se desmayó llamando la atención de todos. Fue impactante notar como alguien que casi nunca había perdido la cordura jamás en un juicio, ahora estaba allí en el suelo, tirado como si de un trapo se tratase.

-Juez Jiang Cheng -Gritó uno de los guardias, quien no dudo en ir a su auxilio.

----------

Hola, no pude resistirme a escribir un nuevo fanfic, sobre todo si estaba la base en mi computador :"v compréndame...
🌸🌸🌸

InquebrantableWhere stories live. Discover now