Príncipe

1.2K 169 58
                                    

"¿Me llevarás con mi hijo?". El doncel volvió a escribir mirándolo esperanzado, como si el juez tuviera la respuesta a todas sus dudas.

Aquello dejo en shock a los presentes y al recién llegado.

- ¿Huaisang? -Nie Mingjue había arribado al clan Lan...

Notaron como el rostro del menor cambió su expresión a pánico total, como si hubiera mirado un fantasma, temblando sin control alguno. Sus ojos temblaban, lagrimeando mientras negaba con su cabeza. Parecía estar en estado de negación.

Claramente tanto su hermano como Jiang Cheng se dieron cuenta de la situación, por lo que a regañadientes, el fiscal retrocedió hasta la puerta, mientras el doncel se acercaba al joven tembloroso, que en algún momento se hizo bolita en el mismo suelo, intentando ser consolado en vano por los jades.

- Esto va a ser largo - respiró hondamente el de mirada violeta, mientras les hacia una seña a los de blanco para que alejaran y le dieran espacio.

- Mientras tanto, en otro lugar -

- ¿Por qué no te fuiste? -la voz se notaba ronca, llegando incluso a sonar lastimera. Era claro que había estado gritando con fuerza las últimas horas.

- Nunca te dejaría solo, no ahora que se... que no estoy solo -el otro joven tomo la mano idéntica a la suya, manchándola con sangre sin querer. Si bien no incomodó a la persona más débil, a él si.

- Desde que descubrimos que somos gemelos fue difícil separarnos ¿verdad? -sonrió a pesar del dolor que sentía en sus regiones bajas. Le dolía, pero había valido la pena completamente. Si había algo de lo que no se arrepentía a parte de conocer a su otra mitad, su reflejo, su sol... Era definitivamente...

Se escuchó el llanto de un pequeño bebé inundo dulcemente el lugar, haciendo que los corazones de los adultos latieran en un mismo compás.

El menor de los gemelos admite al inicio no haber querido saber nada sobre su hijo, incluso se puso a negar la existencia del pequeño brote que estaba en su vientre. Solo vivía para llorar y quejarse, claro... hasta que apareció él. Siempre estaba sonriendo. No dejo de hacerlo a pesar de todo el maltrato, el siguió haciéndolo, era un alma que a pesar de todo lo que en su pasado y presente vivía... no se dejo quebrantar...

Cuando notaron que ambos eran gemelos, fue algo gracioso, puesto que pensaron haber visto su reflejo en cada recuerdo que tenían con sus padres. No fue hasta verse que notaron que todo este tiempo se miraban el uno al otro.

Él le hizo ver que tener un niño no era tan malo, que sería algo maravilloso, sería su pequeña luz en esa oscuridad que los consumía. Ahora... Tenía dos ángeles a su lado... E internamente siempre agradecía a la mujer que lo recibió en su hogar con inocencia, sin saber que su hermana y cuñado eran unos abusadores de primera. Sus pensamientos fueron desviados al notar aquella perfecta escena ante sus ojos...

El mayor de los dos, tomó al recién nacido envuelto en una pequeña mantita, la cual tenía pequeños rastros de sangre. Dejo de llorar casi inmediatamente al estar en brazos de su tío, aún así, el doncel le paso a brazos de quien vendría a ser su papá, quién lo arrullo inmediatamente con lágrimas en sus ojos.

Los gemelos pensaron lo mismo al ver aquella criaturita tan delicada:

Tan pequeño...

Tan dulce...

Tan frágil...

- Es tan hermoso, ¿Pero como debería llamarlo? - se preguntó Mo Xuanyu - ¿Puedes ayudarme a elegir un nombre Wei Ying? -Le miró con ojitos de cachorro, esa mirada que hacía que su reflejo no pudiera resistir.

- ¿Cómo deseas ponerle a tu pequeño? Estoy seguro que tienes en realidad un nombre en mente -acarició con ternura su cabello, mirando con calidez como el menor observaba fascinado a su pequeño niño.

- En realidad si... -Confesó mientras besaba la cabecita de su recién nacido, sintiendo como se le apretaba el pecho - Xie Lian... Como el hombre que nos dejo escapar de esa prisión y ya nunca más regreso... -Sollozó.

Xie Lian era un príncipe de un país extranjero, un heredero digno de llevar una carga tan pesada como lo era una corona. Resaltaba demasiado en cualquier tipo de tema, y era irrefutablemente famoso. Muchos decían que era como ver un Dios encarnado en el mundo mortal, pero fue esta misma su condena.

Fue secuestrado por los mismos miembros del clan Wen, puesto que muchos hombres ansiaban saciar sus bajos instintos con el hermoso doncel de piel sedosa, llegando a pagar millones por solo una noche con el bello ejemplar.

Amenazaron con asesinar a toda su familia si no se entregaba de buena manera a la mafia.

Por supuesto, él joven inocentemente fue con ellos, aún sin saber que había sido vendido por su primo menor. Mismo que estaba celoso de que un doncel sea quien tome el control de un reino, y el al ser un varón sea simplemente un suplente.

Solo su más grande aliado, un pequeño sirviente de apenas 4 años de edad de nombre Hua Cheng quiso interponerse, siendo lastimado por el primo del dondel, quién sin dudar con un cuchillo de cocina lastimó uno de sus ojos, dejando ciego de aquel lado para siempre. No conforme con ello también lo golpeó delante joven príncipe, quien gritaba porque se detuviera. Ya no podía hacer nada, esos hombres lo tenían tomado de ambos brazos e incluso piernas, por mas que lucho por intentar soltarse... él simplemente no pudo.

Conocerlo fue una bendición del cielo, desde que había llegado a sus vidas, pudieron ver humanidad después de tanto tiempo.
Si bien fue un príncipe, el jamás se quejo de algo, simplemente hacía caso a lo que le pedían, e incluso los protegía de que alguno de ellos quisiera hacerles daño, claro que... A Mo Xuanyu... Bueno, fue muy tarde para evitar que sucediera un embarazo.

Ni siquiera pueden aún imaginar que se pusiera como escudo para que ambos y el joven Nie pudieran pasar por aquel lugar, escuchando los disparos que no impactaban en sus cuerpos. No fue hasta voltear que notaron a Xie Lian sonriéndoles por última vez mientras el brillo de sus ojos desaparecía...

Su último deseo siempre fue volver a ver al pequeño que lo había defendido, pedirle perdón por el daño que le causaron, y llenarlo de mimos que seguro un niño requería.

Claro... Su deseo no sería realizado, había partido muy temprano del mundo, un ángel había retornado al cielo...

- Me parece perfecto - Sonrió Wei Ying, mientras en su corazón daba unas oraciones hacía su querido amigo, queriendo pensar que estaba en un buen lugar, lejos del dolor y la pena. .. -hola Xie Lian, soy tu querido tío, lo sé, parezco el reflejo de mamá, ¿verdad?, pero soy una persona independiente como tu mami, de ahora en adelante, solo debes saber que eres un pequeño muy amado, que será protegido por nosotros hasta el último día de tu vida -prometió con una enorme sonrisa.

El pequeño no pasaría por lo que ellos, eso jamás, si algo había aprendido de la vida es que ante las adversidades, uno nunca debía borrar su sonrisa, dejarse caer, ni menos rendirse... Uno debía ser feliz, ver el lado hermoso de la vida... Uno debía mantenerse Inquebrantable...

--------------------

Hola a todo el mundo

🌸¿Cómo están? 🌸

Espero les guste la actualización de hoy.. besitoos

InquebrantableWhere stories live. Discover now