¿Solo Un Juego? (Boys Love)

Capítulo 40: Una última vez (2/2)

-Shein, ¿podemos hablar?

Después de esas tres palabras, reinó el silencio. El ambiente se tornó tenso mientras ambos se veían a los ojos sin poder mediar palabra alguna. Shein aún le miraba sorprendido mientras el japonés esperaba una respuesta, sin quitar su mirada expectante de él. Jackson permaneció quieto en su lugar mientras era testigo de esa batalla de mirada, sin saber realmente que debía hacer en una situación como esa. Era realmente incómodo, considerando el hecho de que era un asunto privado en el que no ocupaba papel alguno, y sin embargo aún estaba presente. Aunque fuera su amigo y debía darle su apoyo, él no debía estar allí. Eran pendientes que él tenía que resolver... en privado

-Shein, creo que tengo un mensaje del trabajo. Te veo en la salida, ¿sí? -dijo rápido y se escabulló lejos de allí, dejando solos a ellos dos.

El mayor tenía ganas de retener a su amigo, y maldijo por lo bajo cuando este se fue. Devolvió su mirada al japonés. Su expresión se endureció y se recostó en la pared, mirándole indiferente. Lo primero que notó fue el brillo del anillo en el dedo anular del menor por el reflejo de la luz. Apretó los puños, pero intentó actuar lo más sereno posible

-Felicidades. No estaba enterado de que ya estabas comprometido -dijo neutral, señalando el anillo

-Oh.... Sí, gracias -dijo avergonzado el menor mientras ponía su mano en el bolsillo- Shein, yo...

-Te cortaste el cabello -le interrumpió de manera trivial el mayor mientras le miraba- Es más oscuro de lo que recordaba... se ve más castaño que rubio

-Ehm... mi cabello siempre fue castaño claro... -se tomó un mechón de cabello- solo que me lo desteñí antes de venir a América para adaptarme mejor, pero lo dejé crecer y me gusta tal y como está ahora

-Y yo recién que me entero. ¿A cuántos habrás engañado haciéndoles creer que era natural? Realmente has sido un mentiroso desde el principio

-Por favor, Shein, era notorio

-No para mí

-No es mi problema que seas un im... -se frotó la sien, intentando recuperar la paciencia- ¿Podemos dejar de hablar de mi cabello y empezar a hablar sobre lo que en verdad importa?

-No veo algo más interesante que eso ahora

-Shein. ¿Podemos hablar sobre nosotros? ¿Sobre... lo que pasó? -intentó tomar sus manos, pero el mayor las alejó bruscamente. Apretó sus labios. Se lo merecía y lo sabía de sobra- Por favor...

-¿Hablar de que, Daiki? -dijo molesto- ¿De que me pusiste los cuernos? ¿De que me mentiste diciéndome que tu amigo era un amante? ¿De que mientras estaba rompiéndome el lomo para demostrarle a tu familia que era digno de ti, ese chico te hacía gritar como zorra en celo? -le miro a los ojos. Estaba furioso. Era algo que tenía guardado desde hace tiempo... y al fin podía soltarlo todo- Ya lo tengo todo bien en claro, Daiki. Más de lo que te imaginas. Ahora ve con tu nuevo juguete, a menos que te hayas aburrido de él también.

Dicho esto, el mayor le apartó de un empujón en su hombro y se propuso a alejarse del lugar. Sin embargo, el menor no se dio por vencido. Siguió al más alto hasta alcanzarlo y bloquearle el paso.

-No creo que entiendas ni una milésima de lo que está sucediendo, Shein -dijo con el labio tembloroso- Yo no he jugado contigo en ningún momento. Yo te amaba, y te amo como no tienes idea.

-Ve a joder a otro con tu palabrería barata -se hizo a un lado y siguió caminando.

El japonés le siguió, tomando su manga en señal de desesperación

-¡No es palabrería barata! ¡Te lo juro, por lo que más quieras, que estoy siendo honesto contigo! -intentó caminar a su paso, sosteniendo su manga con fuerza con temor a que el mayor haga algún movimiento brusco para soltarse- Yo no quería hacerlo, te juro que no quería, Shein. Sé que lo arruiné y tienes todo el derecho a despreciarme, a odiarme, no te culpo. Pero solo cinco minutos. Solo te pido cinco minutos de tu tiempo para explicarte lo que pasó.